miércoles, 1 de abril de 2009

LAS CHICAS NO SE ACHICAN: ENTRANDO EN CALOR

Ayer, pasadas las cinco y media de la tarde estábamos despidiendo a las chicas del Bule en la puerta exterior del museo, Yanet y Luciana, las chicas de Loma, se apretaron con nosotras (Silvia, Anita y yo) en el auto de Male. Hasta que las dos se bajaron en Villa Rosas, fuimos recordando momentos compartidos en las últimas dos horas. Quizá, por su parte, Stefy y Maira (que salieron caminando derechito del museo, como por donde va la 500) también fueran contándose mutuamente lo que habían visto y hecho estos días y en el taller. Quizá Stefy le contó a Maira cómo Firpo la defendió de la perra del museo que la asustó un poco al entrar. Quizá Mariana, que se fue caminando sola, bordeando la ruta como para la termo, fuera pensando qué era todo lo que se había charlado y dibujado.

Quizás, no. No vamos a poder saber en qué iban pensando las chicas mientras se volvían a sus casas, o qué contaron en sus casas cuando llegaron.

Pero sí podemos volver a recorrer cuáles fueron las acciones que se desarrollaron en la fresca tarde del martes.

La primera en aparecer fue Stefy (sin Brian, que sale a las cuatro de la escuela), al mismo tiempo que Maira pedía que la fueran a buscar a la casa: menos mal que Mariana la había pasado a buscar, porque Maira no se acordaba que hoy tenía taller. En la escuela, hoy, habían hablado algo nuevamente pero muchos de los varones no se animan a venir porque el grupo ahora es de todas mujeres. Maira y Mariana llegaron casi juntas con Yanet y Luciana, que se vinieron en la 500. Cuando ya estábamos por empezar, salió Sabrina y, gratamente, se nos sumó.

A la par de unos mates dulces (gracias al azúcar de Zulema), las palabras de Anita fluyeron en la caminata por el parque: todo el espacio exterior del museo, visible, fue conectado a la historia del circuito ferroportuario que da origen a todo ese paisaje. Esbozos del porqué de los elevadores, la chimenea de la usina inglesa (oculta detrás de los eucaliptos), el castillo, la termo, la rambla; acercamientos a los porqué de los barrios y los entramados sociales que aparecen inmediatos a una razón productiva.

El frío nos hizo terminar la excursión exterior y entrar para conversar un poco más detenidamente sobre lo que habían escuchado hasta ese momento. Sobre los espacios vacíos que quedaban entre las imágenes de la gráfica pavimental de Carlos Mux, con lápiz y papelitos a mano, se plantearon lugares que posiblemente debieran estar en el momento de poder decir dónde se siete ubicado cada uno. Si pensamos, desde Ferrowhite, en la razón de identificar (y entender por qué está) aquello que nos rodea, y consideramos importante, del mismo modo, que cada uno pueda empezar a pensar qué cosas son vitales para la coexistencia de todos ellos y qué podría estar haciendo falta.

El primer dibujo de Luciana fue la 504. Mediante palabras, Sabri propuso un Instuto de castellano para extranjeros. Más centros comunitarios, fue lo que Maira escribió. Mary dibujó su casa. Stefy, se acordó cómo era la flor de liz de los scouts. De a poco, fueron saliendo distintos recortes del espacio existente y del imaginario. A pesar de nuestra ansiedad demoledora, algunas cuestiones interesantes comenzaron a charlarse.

El tiempo fue pasando entre las presentaciones personales (guiadas por Yanet), las acotaciones de los dibujos propuestos, los comentarios sobre las propias expectativas del taller y fijando los horarios para los nuevos encuentros. Entre un comentario y otro, nos contaron que les gustaría hacer un taller de teatro. Nos lo contaron, nos lo pidieron.

El lunes nos veremos en la escuela.Ya armamos las redes para empezar a invitar más chicos. Dicen Stefy y Maira que Fernando quiere venir pero tiene que venir con un amigo, Emiliano, y Emiliano quiere venir pero si son más chicos y Nahuelito, si viene Fernando y Emiliano seguro que va a venir.

Y el martes otra vez este equipo se junta a trabajar.


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