Cacho Romero, pescador, ocasional "centrojás" de la primera de Comercial a principios de los 60, el que nunca fue a entrenar porque la gimnasia "había que hacerla arriba de la lancha", el que, cuentan sus amigos, en los potreros jugaba en patas y, encima, pateaba los ladrillos de puntín, ese Cacho, celebra los goles de la celeste y blanca, los grita así.
domingo, 27 de junio de 2010
viernes, 25 de junio de 2010
MA QUÉ VUVUZELAS, BOCINAS FERROVIARIAS
Talleres Bahía Blanca Noroeste (ca. 1960).
Este domingo -antes, durante y después del partido- el museo taller se puebla con las imágenes de los equipos ferroviarios y portuarios que llenaron las canchas y los potreros de la ciudad. Una selección de cracks con mameluco.
lunes, 21 de junio de 2010
LOS CIEN MATICES DEL VERDE INGLES
Claudio Fabbi - Nicolás Testoni
22-10-2009
En La Brúlula apareció hace unos días un artículo con este título: "Se inician las tareas de limpieza de los terrenos donde funcionaba la ex estación Noroeste"
Entonces Nicolás Testoni, en su blog publicó el video de Mario De Simón recorriendo TBB, y escribió, "si en ese lugar que el intendente ahora recorre hubiera funcionado solo una estación, estaríamos hablando, sin exagerar, de las ruinas de Retiro o de Constitución. Es como si las pirámides se hubiesen vuelto invisibles en Egipto".
Y Natalia comenta: " Los indios del Amazonas ven 100 verdes donde nosotros vemos uno. ¿Qué hacemos con los que ven un terreno dónde hay un taller? Los indios del Amazonas ven más verdes porque habitan su lugar minuto a minuto, y los de acá no están acá o están del otro lado o o o o o..."
Nicolás agrega: "Claro, tampoco De Simón, Gómez, Fabbi, - los ferroviarios con los que caminamos ese 'terreno' que el cronista se apura en allanar-, ven ahí solo un taller. Ven, además, la tornería, la herrería, el galpón de ajustaje, el comedor… Donde nosotros vemos yuyos, ellos señalan la base de un torno o una taquilla o la covacha para el mate... son los naturales de una civilización perdida a diez cuadras de la plaza Rivadavia, los últimos capaces de distinguir en un hierro oxidado los 100 matices del verde inglés.
Lo que uno defiende acá no es 'un pasado mejor', sino esa parte del pasado que, hasta donde nos es dado entender, mejor le conviene a este presente. Y eso, me parece, tiene menos que ver con los ladrillos que con la historia de laburo que esos ladrillos mantienen en pie. Fijate lo que ve Mario en su recorrida. Mario ve personas trabajando. Quizá porque fue jefe, De Simón tiene en la cabeza el conjunto de relaciones que hacía que la estructura considerablemente compleja de un taller funcione. Estoy seguro que si le fuera dado poder rescatar algo de este sitio arrasado, él elegiría poner a salvo esa capacidad (siempre luchada, llena de idas y vueltas) de organizarse en el hacer.
Hay distintas maneras de fundamentar el valor de estos edificios. Se puede, por caso, destacar el actual valor estético de la arquitectura industrial inglesa. Y está bien. Lo nuestro, sin embargo, va por otro lado. Quiero decir, nuestro 'relato' debería ser capaz, por ejemplo, de mostrar en qué aspectos la capacidad de producción desarrollada en este taller y las viviendas del Plan Federal a las que serán mudadas las familias que todavía viven en el lugar, forman parte de un mismo linaje. Se trata, desde luego, de una apuesta arriesgada, y es nada más que una opinión personal."
Ver también "Los talleres invisibles"
miércoles, 16 de junio de 2010
EL DERECHO A LA CIUDAD
Hoy, con la presencia del intendente, se inició la limpieza del lugar en el que funcionaron hasta hace veinte años los Talleres Bahía Blanca Noroeste.
"La creación de nuevos espacios urbanos comunes, de una esfera pública con participación democrática activa, requiere remontar la enorme ola de privatización que ha sido el mantra de un neoliberalismo destructivo. Debemos imaginarnos una ciudad más inclusiva, aunque siempre conflictiva, basada no sólo en una diferente jerarquización de los derechos sino también en diferentes prácticas políticas y económicas. Si nuestro mundo urbano ha sido imaginado y luego hecho, puede ser re-imaginado y re-hecho." David Harvey, "El derecho a la ciudad", citado hoy por Marcelo Diaz en su blog Acción Literaria.
"La creación de nuevos espacios urbanos comunes, de una esfera pública con participación democrática activa, requiere remontar la enorme ola de privatización que ha sido el mantra de un neoliberalismo destructivo. Debemos imaginarnos una ciudad más inclusiva, aunque siempre conflictiva, basada no sólo en una diferente jerarquización de los derechos sino también en diferentes prácticas políticas y económicas. Si nuestro mundo urbano ha sido imaginado y luego hecho, puede ser re-imaginado y re-hecho." David Harvey, "El derecho a la ciudad", citado hoy por Marcelo Diaz en su blog Acción Literaria.
jueves, 10 de junio de 2010
ARTFORUM
Salió el último número de la revista norteamericana Artforum. Bajo el título "The museum revisited", incluye un texto de Inés Katzenstein que, entre otras cosas, afirma:
“…a few innovative projects have emerged in Latin America that attempt to combat the institutional vacuum of their contexts. …examples in peripheral situations within the periphery itself… achieved with little or no money… It may seem beside the point to speak here of non-art museums, but given the critical tint of Ferrowhite’s curatorial vision, the intelligence and unexpectedness of its exhibition devices, and the heroic nature of such an unlikely endeavor, I believe it is eminently worth mentioning.”
En traducción caserita: “…unos pocos proyectos [museográficos] innovadores han surgido en Latinoamerica que intentan oponerse al vacío institucional de sus contextos… ejemplos periféricos dentro de la misma periferia… realizados con poco o ningún dinero... Puede parecer fuera de tema hablar aquí de un museo no artístico, pero dado el tinte crítico de la visión curatorial de Ferrowhite, la inteligencia y lo inesperado de sus recursos de muestra, y la naturaleza heroica de tan singular emprendimiento, creo que realmente vale la pena mencionarlo.”
Qué tal.
martes, 8 de junio de 2010
PLAYA MUNDIAL
Hasta hace unos años funcionó en este predio la playa de reparación de vagones (Sección 80) de Talleres Bahía Blanca Noroeste
Ahora está creciendo acá (y festejando un nuevo aniversario) el Mundial Futbol Club, gracias al trabajo de Lucía Hess y Andrés Rebollal, sus amigos, y mucha gente que colabora para que los chicos y los vecinos del barrio sientan ese espacio como propio.
Y adivinen, ¿cuál de los jugadores de anaranjado es el intendente?
PLAYA DE VAGONES (SECCION 80)
Playa de vagones: broncearte, te bronceabas seguro; pero también te congelabas en invierno, cuando había que trabajar de madrugada con una helada como la de hoy.
La sección 80 funcionaba al aire libre, en ese entramado de vías que iba desde Blandenguez hasta Juan Molina: ahí se reparaban vagones de todo tipo, metálicos y de madera; cerealeros, fruteros; chatas o furgones de cola. Y trabajaban ahí carpinteros, hojalateros, remachadores, sopleteros y pintores.
Las carretillas con las herramientas siempre a mano; los mates y las parrillitas,en cambio, escondidos para que el jefe o el contramaestre no los sorprenda; y el precio de cada listón de madera que se clava bien presente, para cumplir "el contrato" y cobrar el sueldo correspondiente a fin de mes.
Cerca de la magnífica arboleda, estaba el "palomar", una construcción de madera de dos pisos: arriba estaba el contramaestre de playa, abajo en la oficina, la mesa para todos los capataces.
Después de 5 paradisíacos años como aprendiz en el galpón de carpintería (Sección 81), había que pasar a la playa. Recién después de 20 años, si salía la vacante, se podía volver a trabajar bajo techo.
(Algunas de estas cosas me las contó Norman Bocca, carpintero en TBB. También Mario Chiarastella fue jefe de sección y contramaestre de playa entre 1959 y 1972)
La sección 80 funcionaba al aire libre, en ese entramado de vías que iba desde Blandenguez hasta Juan Molina: ahí se reparaban vagones de todo tipo, metálicos y de madera; cerealeros, fruteros; chatas o furgones de cola. Y trabajaban ahí carpinteros, hojalateros, remachadores, sopleteros y pintores.
Las carretillas con las herramientas siempre a mano; los mates y las parrillitas,en cambio, escondidos para que el jefe o el contramaestre no los sorprenda; y el precio de cada listón de madera que se clava bien presente, para cumplir "el contrato" y cobrar el sueldo correspondiente a fin de mes.
Playa de reparación de vagones, TBB, 1975
Cerca de la magnífica arboleda, estaba el "palomar", una construcción de madera de dos pisos: arriba estaba el contramaestre de playa, abajo en la oficina, la mesa para todos los capataces.
TBB, Playa de reparación de vagones, 1984 (archivo FW-De Simón)
Después de 5 paradisíacos años como aprendiz en el galpón de carpintería (Sección 81), había que pasar a la playa. Recién después de 20 años, si salía la vacante, se podía volver a trabajar bajo techo.
(Algunas de estas cosas me las contó Norman Bocca, carpintero en TBB. También Mario Chiarastella fue jefe de sección y contramaestre de playa entre 1959 y 1972)
sábado, 5 de junio de 2010
ROSARIO SIEMPRE ESTUVO CERCA
Lo dice el reloj, recién reparado, que corona esta foto: la hora llegó. Nuestro compañero Marcelo Díaz parte a la Estación Rosario para arrancar con un nuevo espacio de gestión "cultural y comunitaria" que ya sentimos un poco nuestro. Así que ahí vamos a estar, Marcelo, para lo que haga falta.