viernes, 30 de agosto de 2013

ARQUITECTURA FERROPORTUARIA: TALLERES SPURR

Spurr fue el primer taller del país construido íntegramente por la Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino (EFEA) para la reparación general de locomotoras diesel-eléctricas. Junto con Maldonado, es el único que continúa en funcionamiento en nuestra zona. Con una dotación de personal que osciló hasta su privatización entre las 100 y las 150 personas, y provisto de un importante equipamiento, en este taller es posible desmontar lar partes mecánicas, eléctricas y neumáticas de las locomotoras para dejarlas a nuevo.

La Nueva Provincia, 21 de febrero de 1965

Las instalaciones de Spurr fueron inauguradas en forma simbólica por el presidente Illia, el 20 de febrero de 1965. Sin embargo, la puesta en marcha efectiva de los talleres tuvo lugar el 16 de octubre de ese año, con la presencia del Ministro de Obras y Sevicios Publicos de la Nación, Miguel Ferrando, en representación del presidente.

La construcción de los talleres se había iniciado en enero de 1959, en el marco del gobierno de Arturo Frondizi, pero la obra sufrió numerosas demoras y recién pudo ser terminada seis años más tarde. Los trabajos en Spurr comenzarían con la reparación mensual de 2 locomotoras estimándose que, cubierta la dotación total del personal, en febrero de 1966, ese número se elevaría a 4 máquinas mensuales. Las locomotoras a reparar eran las Baldwin y Cockerill afectadas al F.C. Roca. Alrededor de 100 unidades, muchas de ellas operando en nuestra región. La primera máquina que entró a Spurr fue la Baldwin – Lima – Hamilton Nro. 7034, que salió reparada a nuevo el 30 de diciembre de 1965, después de 70 días de trabajo.

Al momento de su inauguración, el taller cubría una superficie total de 7.000 m2, y estaba prevista su ampliación a 17.000 m2., proyecto nunca concretado. El equipamiento del taller contaba con grúas de pórtico de 35 toneladas, guinches de 15 toneladas y plumas menores de 1,5 toneladas; 2 tornos, 3 rectificadoras, 1 limadora, 1 fresadora y alesadora y 2 compresores de aire (de 170 Kw y una capacidad de 1.450 m3 por hora), herramientas todas de procedencia húngara y checoslovaca. Además poseía una moderna balanceadora dinámica de 3.000 kgs., un equipo impregnador al vacío y un horno eléctrico, artefactos estos de origen norteamericano. La energía eléctrica llegaba a través de una subusina transformadora provista de 2 trafos de 750 Kva cada uno. En el taller funcionaban también 3 calderas de ex locomotoras, con una presión de trabajo de 12 kgs/cm2 y una producción de vapor por hora de 4.300 kgs. El vapor a presión se usaba para la limpieza de las máquinas diesel, tarea que se efectuaba en el exterior del taller.


Estas instalaciones y equipos hacían de Spurr un taller “de avanzada” no sólo para el país, sino para el conjunto de Sudamérica. De allí que muy pronto se convirtiera en centro de la atención de las autoridades tanto de Ferrocarriles Argentinos (FA) como de la División Mecánica de la línea Roca, que lo visitaban con frecuencia: el General De Marchi, presidente de FA durante el onganiato, estuvo el 9 de enero de 1968 y el 29 de junio de ese mismo año; una comisión de expertos franceses, en el momento en que se comienza a pensar en la “reestructuración ferroviaria” en la ciudad, llega al taller en octubre de 1969.[1]

Sin embargo, Spurr no funcionaba como un establecimiento aislado. Aunque la reparación de las locomotoras diesel eléctricas se basaba en la sustitución de partes completas que venían de fábrica, como Spurr no tenía ninguna sección fábrica, cuando era necesaria alguna reparación o ajuste especial, se encargaba a Talleres Bahía Blanca Noroeste el torneado de cajas de motores diesel, el arreglo de bolilleros, o algunos trabajos de rectificación.



En 1985, este taller estaba organizado en las siguientes secciones: Montaje, Mecánica, Eléctrica, Servicio auxiliar, Almacén local e Inspección. Cuando, a fines de agosto de 1991, se supo que la concesionaria Ferroexpreso Pampeano tomaría a su cargo Talleres Spurr, se hizo un precipitado traslado de herramientas y materiales a Talleres Bahía Blanca Noroeste, tal como consta en el formulario Orden de transporte de materiales, agosto-octubre 1991, existente en los archivos de nuestro museo:

"...tres cajas con documentos, micrómetros, martillos neumáticos, escuadras, niveles de precisión, llaves, 6 mesas de comedor, doce bancos de comedor, 1 tablero balanceadora, equipo de calefacción, un tablero eléctrico, bancos de trabajo, un tester; un gato hidráulico; pinzas, cajones de herramientas; tubos; una agujereadora neumática, una soldadora, sopletes, criques, calisuares, escritorios, caballetes, embudos para aceite; mechas; garrafas, barretas, llaves vaporeras, piedras de amoladora, llave cadena; eslingas; tapas neumáticas; horno eléctrico: extractores; banco de prueba, caballetes..."

El personal que seguía perteneciendo a Ferrocarriles Argentinos tuvo vedada la entrada al taller a partir del día mismo de la toma de posesión del concesionario privado, y se vio obligado a aceptar como lugar de trabajo, desde ese momento, a los Talleres Bahía Blanca.

"Vamos a tomar servicio a las seis de la mañana y no pudimos entrar. Había vigilancia privada, ya el sereno no estaba, y una fila interminable de camiones... vos sabés lo que era sacar nuestro equipito de mate, que lo controlaban, lo miraban a ver si no nos llevábamos algo de más... y hubo uno que se largó a llorar, un tal Carlos M. se largó a llorar, decía: 'la p... que lo p... sí yo vi este taller desde que eran pilotes, y ahora no me van a dejar entrar para retirar mis cosas'." [2]

Actualmente, Talleres Spurr sigue funcionando en manos de Ferroexpreso Pampeano.



Las fotos de Talleres Spurr incluidas en este post fueron tomadas por Hector Guerreiro durante una visita realizada en junio de 2012. La investigación de archivo corresponde al propio Hector y a Ana Miravalles.


[1] LNP, 27-7-1969; LNP, 16-10-1969.
[2] Adrian Cabeza, entrevista 4-05, archivo Ferrowhite.

martes, 27 de agosto de 2013

DINASTÍA DE CANTORES

Este domingo 1° de septiembre, se viene en La Casa del Espía el segundo encuentro de "¿Lo decimos cantando?", el ciclo que reúne a la pianista Sarita Cappelletti con sus alumnos del taller de canto de la Asociación La Siempre Verde. Esta vez es el turno de chicas que forman parte de verdaderas dinastías de cantores whitenses. Vienen Lola y Natasha, las nietas de Margarita Marzocca, Florencia Abigail, heredera musical de los Lupo, Marisol y Tiziana en representación de los Rodríguez y los Leguizamón del barrio Saladero, Victoria y toda la familia Ramírez, y del Bulevar, Salma Pertersic, que con sólo diez añitos, canta folckore como la haría la mismísima madre tierra.

martes, 20 de agosto de 2013

ASES DE LA LÍRICA

El domingo se presentó en La Casa del Espía el trío de canto lírico Coloratura. Las voces de Stephanie Malbert, Laura Morelli y Paola Polinori hicieron que el público del café de Ferrowhite, así de sentimentales nos pusimos, vibrara como el cristal. "Nos dejaron mudos las chicas" sentenció Cachito Mazzone, anfitrión de la Casa, acodado en el mostrador.

lunes, 19 de agosto de 2013

AFICHES


La Red Comunitaria Whitense invita a todo el puerto a festejar el Día del Niño en el Parque de la Locomotora (Guillermo Torres y Belgrano) el próximo domingo 25, desde las 14 hs. Entre tanto, en el Taller de Serigrafía de Ferrowhite, junto a Miriam, Joana, Yuliana y Yanett del Envión Saladero Bulevar, imprimimos los afiches del evento.

jueves, 15 de agosto de 2013

PLÁCIDO DOMINGO EN LA CASA DEL ESPIA

Este domingo, desde las 15 hs., en el café de Ferrowhite presentamos al trío de canto lírico Coloratura: Stephanie Malbert, Laura Morelli y Paola Polinori elevan sus voces hasta las alturas de la torre del castillo. Además, el taller de fotografía Imagen Bahía te muestra la usina General San Martín como nunca la viste, y de la cocina de La Casa salen submarinos de chocolate y tartas de exquisito tenor. Una tarde para aplaudir de pie.


viernes, 9 de agosto de 2013

PIETRO

Sobre fines del mes pasado falleció Pietro Morelli, carpintero del Galpón de Locomotoras de Ingeniero White, maestro y amigo de todos los que hacemos este museo.



Nadie se despide en White.

lunes, 5 de agosto de 2013

SARITA Y LOS DE FUEGO


Ayer en La Casa del Espía arrancamos con "¿Lo decimos cantando?", el ciclo que celebra a la pianista Sarita Cappelletti poniendo en escena su música y la de sus alumnos del taller de canto de "La Siempre Verde". La verdad que para ser de un espía, esta no es lo que se dice una casa discreta. Sobre sus paredes exteriores se enrosca un tatuaje a la Bruce Lee, un enorme dragón que parece salido de las bodegas de alguno de los bull carriers chinos que cargan soja por acá cerca. De las fauces de la bestia emergen previsibles llamas, y ese fuego anticipa una promesa, un propósito, casi un programa de acción: La Casa del Espía está ahí, al borde de la ría, para calentar el pecho de los que no le temen al mar en invierno. El fuego del dragón arde en las hornallas del café de Ferrowhite -sobre ellas burbujea el chocolate espeso-, pero también en las gargantas de los que allí se juntan para cantar. Porque en La Casa todo lo decimos con música y la directora de ese diálogo eventualmente infinito se llama Sara, Sarita, la profe de piano de todo un pueblo. El domingo las voces de Ana Crescimanno, Perla Anahí Rodríguez, Mónica Waiman y Marcelo Castorani, y la guitarra de Andrés Fernando Ramírez, se sacaron un muy bien 10 felicitado. A no perderse la próxima lección.






viernes, 2 de agosto de 2013

EN RED




Ayer se reunieron en el museo los integrantes de la Red Comunitaria Whitense en plenos preparativos para los festejos del Día del Niño, el próximo domingo 25 de agosto.



Y hoy en nuestro taller de serigrafía comenzó la impresión de los afiches del evento.

jueves, 1 de agosto de 2013

SEÑORITA MAESTRA

Este domingo, a las 16 hs., La Casa del Espía da inicio a "¿Lo decimos cantando?", el ciclo dedicado a la maestra de música de todo un pueblo: la gran Sarita Cappelletti. El primer domingo de cada mes, Sarita tocará el piano en la Casa del Espía e invitará a sus alumnos a compartir su pasión por el ritmo, la melodía y la armonía, sin distinción de géneros. En esta primera clase la acompañan Fernando Ramírez, Mónica Waiman, Perla Rodríguez, Ana Scresimanno y Marcelo Castorani. Sobre el mostrador de La Casa, se ofrecerán las delicias de Anita Cholakis, para degustar con un buen chocolate o el mejor café. Lo bueno es que si llegás tarde no te ponemos media falta.


Sarita lleva adelante un taller gratuito de canto en la Asociación "La Siempre Verde". Todos los martes, grandes y chicos de Ingeniero White y Bahía aprenden a respirar, a vocalizar y a cantar, pero sobre todo, dice la Señorita Cappelletti, "aprenden a escucharse".

Sara Graciela Cappelletti es hija de Élida Brígida Di Lorenzo, eximia cocinera y diletante de la ópera, y de Luis Cappelletti, recordado maestro de maquinistas de la escuela "Carlos Gallini" de La Fraternidad. Sarita comenzó su educación musical asomada a la ventana de su casa natal, en calle Avenente, escuchando a su vecina la pianista Dorita Scotti. Su primera presentación pública fue, justamente, en "La Siempre Verde". Trece años tenía en aquel momento y desde entonces no paró: "para mí el hecho de que se corra el telón me hace sentir realizada, no tengo problemas de pánico escénico ni nada que se le parezca". Sarita se reconoce "tanguera", aunque en la raíz de su trayectoria están el blues y el rock, dos ritmos que poca gente escuchaba por estos pagos cuando la jóven Sara se interesó en ellos. "Igual -confiesa- lo mío fue siempre la docencia... treinta años en las escuelas medias... saber que alguien está viviendo de la música es para mí la mejor cosecha, es innegable que uno se siente pleno, porque la locura que uno siembra no fue en vano"*.


* Testimonio tomado de la entrevista realizada por Leandro Grecco para la publicación "Ingeniero White.com" (número 4, junio de 2009).