miércoles, 30 de marzo de 2016
FUERTE ESE APLAUSO
La pianista Sarita Cappelletti y sus estrellas del Taller de Canto de la Siempre Verde vuelven a llenar de música la tarde del domingo whitense.
domingo, 27 de marzo de 2016
sábado, 26 de marzo de 2016
¿QUIÉN ME QUITA LO BAILADO?
¿Qué hacen todos estos bailarines en el museo? La danza y el trabajo, se dirá, no tienen nada que ver. Y sin embargo, podríamos empezar por convenir, ambas actividades son capaces de transformar la idea que nos hacemos de nuestro cuerpo. Ambas, en su increíble variedad, llevan nuestra carne y osamenta más allá de su inercia espontánea, de su disposición habitual, de sus aptitudes "naturales". Si "nadie sabe lo que puede un cuerpo", la organización del trabajo capitalista -en función de extraer de él un máximo beneficio- y la danza -bajo la promesa de emancipar su potencia- encaran, en direcciones opuestas, la tarea infinita de averiguarlo.
Es eso lo que lo que parece sugerir Angel Caputo cada vez que se pregunta: "¿Quién me quita lo bailado?". El día que entró de peón a la usina castillo, Angelito se llevó la sorpresa de que junto con el jardinero gris y la camisa verde "de fajina", el pañolero le entregó un par de zapatos "Paso doble". Zapatos "qué vos podías usar para salir a bailar", cuenta, todavía emocionado. Y no es para menos. Es que para el Oficial de Caldera, Maestro Mecánico y Hombre Rana Nicolás Angel Caputo, no hay nada como bailar. Tanto que de soltero podía ir del trabajo a la farra y de la farra al trabajo, casi sin dormir. Tanto que hoy, jubilado y todo, no para de ganar trofeos y medallas al ritmo de la rumba, el rock and roll o el cha cha cha. Por eso Angel -como tantos otros laburantes, como tal vez los protagonistas de este festival- puede decir: "¿Quién me quita lo bailado?". Porque sus pasos de baile no pueden ser apropiados por nadie. Son suyos y de quienes comparten su alegría al bailar.
Puede entonces que bailar en este museo, o mejor, bailar a partir del museo, busque reemplazar el prejuicio encerrado en aquella primera pregunta por el camino abierto por estas otras: ¿Podemos ver en en la actividad coordinada del taller una suerte de coreografía? O, por contraparte, ¿concebir a los bailarines como trabajadores del movimiento? (“¿Qué importa el sudor si estamos bailando, qué importa el sudor si estamos trabajando?”, voceaba hoy uno de los intérpretes, megáfono en mano). Porque, sospechamos acá, aún cuando la danza y el trabajo se excluyen, aún si suceden en momentos y lugares separados, no hay cuerpos del trabajo, por un lado, y cuerpos de la danza, por otro. Hay cuerpos atravesados por la historia. Y hay historia, posibilidad de organizar un sentido del pasado en común, porque también los cuerpos cuentan.
Es eso lo que lo que parece sugerir Angel Caputo cada vez que se pregunta: "¿Quién me quita lo bailado?". El día que entró de peón a la usina castillo, Angelito se llevó la sorpresa de que junto con el jardinero gris y la camisa verde "de fajina", el pañolero le entregó un par de zapatos "Paso doble". Zapatos "qué vos podías usar para salir a bailar", cuenta, todavía emocionado. Y no es para menos. Es que para el Oficial de Caldera, Maestro Mecánico y Hombre Rana Nicolás Angel Caputo, no hay nada como bailar. Tanto que de soltero podía ir del trabajo a la farra y de la farra al trabajo, casi sin dormir. Tanto que hoy, jubilado y todo, no para de ganar trofeos y medallas al ritmo de la rumba, el rock and roll o el cha cha cha. Por eso Angel -como tantos otros laburantes, como tal vez los protagonistas de este festival- puede decir: "¿Quién me quita lo bailado?". Porque sus pasos de baile no pueden ser apropiados por nadie. Son suyos y de quienes comparten su alegría al bailar.
viernes, 25 de marzo de 2016
EN QUÉ BAILE NOS METIMOS
Antes que un arte, la danza es un vehículo. Una manera de deslizarse a través de todas las cosas. O en eso, al menos, parece empeñada la compañía efímera que por estas horas explora cada rincón de la usina. Como si bailar fuera viajar inventando un poco el camino. Una forma de transitar la ciudad y de ponerla a prueba, transformando por un rato el lugar que se atraviesa y, a la vez, dejándose afectar por él. ¿Pero, entonces, por qué la danza pasa tanto tiempo encerrada en escuelas y teatros? Puede que la razón se encuentre en la conducta de sus intérpretes fuera del escenario. Las bailarinas y los bailarines son ciudadanos díscolos, gente que, básicamente, no hace caso. Tendrían que ver cómo se comportan ahora. No pasan por donde los carteles indican. No mantienen entre sí una prudente distancia. No guardan correcta compostura. De repente enredados, de repente dispersos, corren como chicos o se plantan como estatuas, hacen masa o arman un piquete que se transforma después en un funeral que deriva enseguida en una fiesta loca. Los bailarines desobedecen, u obedecen a un orden de razones que nos intriga. Por eso, agazapados en nuestro museo, no les sacamos los ojos de encima. Este sábado, a las cuatro de la tarde, sabremos por fin que se proponen con todo esto.
Bahía Danza. 2do Festival de danza contemporánea en espacio público: https://www.facebook.com/danzabahia
martes, 22 de marzo de 2016
BAHÍA DANZA
El próximo sábado 26 de marzo, a partir de las 16 hs., llevaremos a cabo en Ferrowhite el 2º festival de danza contemporánea en espacio público "Bahía Danza".
Según afirman sus organizadores, "Bahía Danza es un festival que dialoga con el cuerpo, la escena y el espacio público". El evento busca llevar la danza más allá de los ámbitos en los que se encuentra tradicionalmente confinada, para pasar a pensar en ella como un lenguaje que indaga en la ciudad entera y, eventualmente, la transforma. "En definitiva -afirman sus promotores-, organizamos este festival para ofrecer otras visiones de lo que puede ser la danza como práctica de exploración y para comprender un poco mejor esa gran (des)conocida que es la vida cotidiana". En un museo dedicado a la historia ferroportuaria, puede entonces que se baile alrededor de la pregunta: ¿Cómo se relacionan los cuerpos en movimiento de la danza con los cuerpos en movimiento del trabajo?
El festival tendrá su cierre en la plaza Rivadavia el día Domingo 27, a partir de las 16 hs., donde se presentará la obra "De civil" de Josefina Zuain.
Más sobre "Bahía Danza" en https://bahiadanza.wordpress.com/
jueves, 17 de marzo de 2016
MEMORIA CALIENTE
Cuando Miguel Ratto la cedió al museo costaba distinguir qué era. Gustavo Monacci la llevó hasta el taller del carpintero Adolfo Ferreira, en Saldungaray. Adolfo, a quien visitamos en enero, reconstruyó las ruedas, el bastidor de madera y el miriñaque, y convenció al hojalatero Luis Scharff de que valía la pena fabricarle un cenicero nuevo. Al cabo de esa larga vuelta, aquel pedazo de lata volvió por fin al museo transformado otra vez en una locomotora manicera.
El "patrimonio" involucrado en esta historia no es sólo el objeto del que les estamos hablando. Es también la cadena de favores que esta locomotora engancha tras de sí, ese vínculo de colaboración entre personas que apenas se conocen y que no aceptaron cobrar un peso por su tarea, justo ahora que ningún billete sobra. Gracias a ellos vamos a poder convidarles "calentito y rico" -como dice la canción-, un cucurucho de maní.
viernes, 11 de marzo de 2016
40 AÑOS
"El 24 de marzo no sólo recordamos violaciones a los derechos humanos, también rechazamos el uso de la violencia material y simbólica como fundamento político de la concentración económica pasada, presente y futura."
Ferrowhite participa de la muestra "Derechos Humanos. Museo abierto y en acción." que inauguró hace instantes en los Museos de Arte de Bahía Blanca.
miércoles, 9 de marzo de 2016
jueves, 3 de marzo de 2016
DURMIENTES VOLADORES
Seguro escuchaste hablar de los Jardines Colgantes de Babilonia. Bueno, ahora tenés que conocer las Parrillas Colgantes de Ferrowhite. La Rambla de Arrieta ya tiene su primera mesada de quebracho ferroviario. ¡Y vuela!