Pamela Alarcón, con Nicolás Herrero, Lucas Leiva, Daiana Serrano, MIcaela Torres y Santiago Posniak
(¿quién es el que falta?)
- De una punta de la ciudad a la otra punta en el puerto, para entender cómo funcionó y cómo funciona (aunque esos talleres ya estén cerrados) el modelo agroexportador;
- de ese relato "glorioso" de la expansión del ferrocarril a una visión crítica de las tensiones que esa expansión trajo consigo; - de los recorridos - casi arqueológicos - por los edificios en ruinas a las discusiones en clase para pensar qué puede pasar en esas tierras, y con ese barrio y qué se puede hacer para que sea algo para todos.
Vinieron hasta Ferrowhite para volver a recorrer su barrio (el Noroeste), lo que queda de Talleres Bahía Blanca, las manzanas alrededor de su colegio (La Piedad) o de su pueblo (como los chicos de Cerri, por ejemplo) cada grupo con sus cámaras, sus planos y sus anotaciones y el viernes 12 de noviembre, los chicos de las cuatro divisiones de tercer año presentaron sus trabajos referidos a la historia del ferrocarril en la Expocole: fotografías y videos, maquetas, objetos encontrados, láminas y posters con datos históricos, reflexiones y propuestas.
Que un grupo de adolescentes de 15 años haga una maqueta de Talleres Bahia Blanca con cajitas de cartón, papel crepe y escarbadientes tiene también algo de operación de salvataje: la maqueta dificilmente sobreviva la limpieza de fin de año pero ellos, que conversaron con algunas de las personas que trabajaron ahí, recorrieron, sacaron fotos, armaron, imprimieron y montaron se vuelven depositarios del recuerdo de algo que fue fundamental en la constitución de su barrio, de su escuela, de la vida de la mayor parte de sus vecinos y de lo que, en poco tiempo, y con los vientos que soplan, no va a quedar nada en pie.
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