lunes, 5 de diciembre de 2011

VAMOS LAS BANDAS



El último sábado las bandas de rock del puerto se reunieron en Ferrowhite para darle forma a Rock in Ría. Lo que pasó entonces, al pie de la torre de la usina, estaba escrito. Ya lo había anticipado el Indio, allá en los ‘80:

¡Vamos las bandas! / Rajen del cielo

Y el cielo se vino abajo nomás, en plena función, y las bandas rajaron, sí, pero para organizar, en su huída, otro recital, esta vez bajo techo, un poco más lejos del castillo y más cerca de la parrilla que impregnó con humo de hamburguesas las no tan alemanas normas de conservación de este museo.

Ya nos había advertido Pedro Caballero, aka Pedro Fontana Reyes, quien venía relojeando, malicioso, el pronóstico del clima desde hace más o menos un mes: “¡El sábado sonamos!” Claro qué sonamos, y cómo. Como si la intensidad de la relación entre Ferrowhite y esa multitud que es su razón de ser y sustento pudiera medirse en decibeles. Como si todas las cuerdas de guitarra fueran, juntas, más fuertes que el hierro de un riel, un lazo eléctrico que nos mantuvo firmes en el abrazo, llenando cada rincón a pesar del diluvio, que tampoco duró tanto porque, lo había predicho el Angel de la usina, “Dios aprieta pero no ahoga.”

¿Qué se dice entonces? Gracias. En palabras de Julián “Pochy” Acosta, surf rocker de esta ría de aguas agitadas, aunque no precisamente por las olas: “Gracias a todos por el aguante… gracias a todas las bandas que pusieron su granito de arena, a la Asociación de Artesanos y Microemprendedores Whitenses, a la Orquesta Escuela de Ingeniero White, a Sarita Cappelletti y a Astor Vitali, a Héctor Guerreiro y su maqueta, a Julian Zabaloy y su pianola… y en especial a todas las personas que están comprometidas con el proyecto de recuperar el castillo del puerto para nuestra comunidad.” Gracias totales.

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