Arriba, la invitación al evento realizado el 7 de noviembre de 2003. Como puede leerse con claridad, se convocaba por entonces a la "inauguración del edificio que será sede de FERRO WHITE". La apertura del museo plenamente constituido como una institución autónoma con respecto al Museo del Puerto sucedería recién un año más tarde, tal como acredita la invitación que reproducimos abajo.
martes, 13 de enero de 2015
LA HISTORIA DE LA QUE SOMOS PARTE
En una nota publicada el domingo 11 de enero en la sección "Otras voces" del diario La Nueva Provincia, el ex intendente Jaime Linares afirma que Ferrowhite se inauguró el 7 de noviembre de 2003, sobre el final de su gestión al frente del municipio. Según Linares, el museo cumpliría once años y no los diez que hace poco celebramos. En realidad, lo que se abrió al publico aquel 7 de octubre de 2003, y sólo por ese día, fue el edificio del Taller Regional de Mantenimiento de la ex usina General San Martín, luego de un año dedicado a su restauración y al traslado desde el Hotel de Inmigrantes de algunos de los objetos que constituirían la colección del museo; piezas que, en efecto, había reunido Adolfo Repetti con el apoyo de la intendencia y la colaboración de muchos otros ferroviarios. Pero un museo es significativamente más que el edificio que ocupa o parte de los objetos que contiene. Un museo es además la muestra que propone, las actividades que realiza, los saberes y prácticas que articula. Por eso la constitución plena de Ferrowhite -como espacio autónomo con respecto al Museo del Puerto desde el que se dio origen y sostén al proyecto a través de la obtención en 2002 de un subsidio de la Fundación Antorchas-, demandó todavía todo otro año de labor a puertas cerradas. Un año ocupado en terminar de equipar el edificio, en conformar un grupo de trabajo, en organizar un depósito bajo normas de conservación, en realizar entrevistas, en rastrear fotos y documentos, en redactar un guión de sala, en pergeñar y construir las vagonetas de la Historia de Cartón Pintado y, de manera más amplia, en plantear una forma de relación con la comunidad. Ferrowhite abrió al público con regularidad recién a partir del 6 de noviembre de 2004. Por eso tomamos esa fecha y no otra como referencia para el festejo del pasado 29 de noviembre, porque quienes formamos parte de este museo desde esos inicios a los que el ex intendente se refiere nos reconocemos en ella. Pero como sucede con cualquier fiesta de cumpleaños, celebrar un nacimiento no implica negar el proceso de gestación que todo nacimiento conlleva. Tal como escribimos en el texto de promoción del evento del 29 de noviembre, "Ferrowhite cumple diez años en 2014" pero su itinerario "forma parte de una trayectoria institucional más extensa" que no es atribuible a un gobierno o a otro sino, por fortuna, a la posibilidad de haber dado continuidad a un proceso de trabajo en el ámbito del Estado municipal. Un proceso que no se remonta a 2004 o 2003, sino que tiene su origen en la recuperación de la democracia, en hitos como la gestión de Isabel Barros de Taramasco al frente de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Bahía Blanca o la constitución del Museo del Puerto en 1987. Con acuerdos y diferencias, se trata de entender que somos parte de esa historia, no propietarios exclusivos de ella.
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