El sábado festejamos un nuevo año de trabajo en el taller Prende. Este álbum agrupa las fotos de muchas jornadas de labor. Qué reúne a quienes aparecemos retratados en ellas resulta, en cambio, menos claro. Es algo que, sábado a sábado, vamos fabricando, como las mochilas marineras que las chicas y los chicos del taller se llevaron a casa el otro día. En esas mochilas queremos guardar todo lo bueno de un tiempo difícil. Abrirlas para meter adentro a todxs los que se pusieron al hombro esta comilona: a Osvaldo que prendió el fuego, al Tula que le hizo el aguante, a Ariel y Negrita que prestaron la parrilla; a Cocó y Pino que trajeron cazuela, a Nora que la sirvió a punto, a Rubén que donó las gaseosas, a Yesi que armó el arbolito, a Lorena y Analía que cosieron hasta último dobladillo, a Titi y Nenucha que se lucieron con las tortas... Para este museo la comunidad no es otra cosa que ese hacer que nos compromete -en tanto iguales, en tanto diferentes- en relaciones de cooperación y reciprocidad. Una tarea compartida que nos dispone a lidiar un poco mejor con nuestras carencias y desacuerdos en un lugar, como casi todos, regido por la lógica del lucro rapaz. Puede que eso no salga en las fotos. O por ahí sí. Brindamos porque así sea.
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