Esta máquina de coser perteneció a la fábrica de bolsas Gorbato. Con ella trabajaron decenas de obreras cosiendo las bolsas de arpillera utilizadas hasta mediados de los ´60 para el transporte de granos a puerto.
La máquina arribó a Ferrowhite en 2006, pero recién hace dos años forma parte de su muestra. Fue la labor junto a las familias que se agrupan en nuestro taller Prende la que nos llevó a preguntar: ¿"En el puerto sólo trabajan hombres?", fue marchar en el primer Paro Internacional de Mujeres aquello que nos permitió advertir que en las salas de este museo casi no se hablaba de nosotras.
En diciembre, Singer Argentina debió paralizar su producción. La fábrica de máquinas de coser más famosa del país, había sido fundada en 1954. Las mujeres sentimos en mayor medida que los varones las consecuencias de la crisis económica y los planes de ajuste. Los índices de desocupación y de trabajo informal, las limitadas oportunidades laborales que tienen las madres adolescentes, así lo demuestran.
Desde que esta máquina está en sala, a Ferrowhite fueron llegando otras. No vinieron de ninguna fábrica. Las trajimos de casa. Con nuestras Singer domésticas cosemos todo lo que acá se imprime: remeras, cartucheras y bolsas que representan nuestra voluntad de organizarnos para convertir nuestras luchas en un hacer compartido.
La Asociación de Trabajadores de Museos invitó a proponer lecturas con perspectiva de género del patrimonio de los museos -esta es una de ellas- y, a partir de hoy, las comparten acá: https://www.facebook.com/trabajadoresdemuseos/
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