Nos gustaría decir que al taller le pusimos "Prende" porque ahí brillamos, nos encendemos, somos un fuego pero, ya saben, la vida no siempre resulta luminosa, así que, más a menudo, Prende se llama Prende porque es ese lugar del que nos agarramos fuerte, como el botón a la camisa o la liendre al pelo, tercos en la tarea de ser felices por un rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario