Los surcos sobre la tierra se abren rectos y paralelos. Las lechugas crecen en un determinado orden. Parecen palabras en un renglón desafiando el despelote del patio. Nuestra vida, en cambio, luce menos organizada. A veces nos da la impresión de que adopta la forma de un laberinto, con idas y vueltas, con muchos caminos por recorrer, pero sin una salida clara. Así que, mientras afuera se cosecha, eso nos pusimos a construir en el taller Prende: nuestros laberintos. "Mapas para perderse". O para encontrarle la vuelta a este tiempo difícil.
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