martes, 14 de septiembre de 2021

EL FERROCARRIL FLOTA

Las empresas ferroviarias no sólo construyeron los puertos de Ingeniero White y Galván. También los operaron. En el museo te vas a encontrar con las matrices que tallaron sus maestros carpinteros para fabricar los moldes en los que se fundían las bridas, vástagos y válvulas de las embarcaciones del PLANTEL MARÍTIMO del Ferrocarril Sud.

Las trajimos de la usina inglesa, el edificio donde funcionaba el taller Mecánica White, y luego de limpiarlas, de rastrear en planos y croquis para qué servían, las sumamos a la muestra.

Primero en manos de las firmas británicas y, a partir de 1945, del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, las dragas, chatas y remolcadores del Plantel Marítimo abrieron en el barro del estuario un sendero para la economía de agroexportación. Uno puede ver en cada una de estas matrices a un fósil tecnológico, pero también adivinar en el enigma de sus formas, tanto la vigencia como las transformaciones del orden productivo que encontró su horma primitiva en ellas.



Los actuales debates sobre la gestión de la Hidrovía, los récords de grano embarcado en los puertos bonaerenses a raíz de la bajante del Paraná, los futuros dragados del canal principal del puerto de Bahía Blanca, adquieren espesor histórico en esos nombres remotos, manuscritos sobre la madera maciza: Draga "43", draga "Tosca", bombas "Hopper" y "Cangrejo", remolcadores “Brian”, “Lydia”, “Dorothy”, "Foca", "Poderoso".

Agradecemos al Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca y al Arq. José Zingoni la posibilidad de trasladar en guarda estos objetos, y a Héctor Herro y Ramiro Ravasi por colaborar en su identificación, registro y acondicionamiento.

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