En 2018, a pedido del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, tuvimos la oportunidad de relevar las maquinarias y objetos que quedaban dentro de la usina que la compañía inglesa Ferrocarril Sud había inaugurado un siglo antes, en 1908. Encontramos motores desarmados, una grúa puente, columnas y correas de transmisión, restos dispersos del gran mecanismo que la segunda revolución industrial estableció en nuestra zona.
Un detalle nos llamó la atención: en casi todas las piezas se pueden leer letras, palabras, cifras. En esos signos cubiertos de mugre y de herrumbre, está escrita parte de la historia de este puerto y de las empresas ferroviarias que lo operaron.
Trabajando en ese ejercicio de desciframiento estamos, con vistas al V Coloquio Internacional sobre Patrimonio Cultural Portuario, organizado por el Núcleo de Ciudades Portuarias
Regionales, del IDEHESI-CONICET.
No hay comentarios:
Publicar un comentario