Hoy es el Día Internacional de los Museos. Acá, ese futuro
que el ICOM nos invita a reimaginar se tramita en menesteres cotidianos. El
mañana no está ahí. Más bien se inventa, se ensaya, se improvisa: un taller de
confección textil, otro de construcción de hornos y estufas de barro, una red
de huertas domésticas, jornadas de jardinería y de construcción de cajones de
cultivo y la distribución periódica de verduras de producción local a precio
justo. En eso estamos. Trabajar acá es trabajar en contra de la idea de que
existen futuros inevitables. Pararse de manos ante la certeza de estar
destinados a la catástrofe. Y buscar, a tientas, sembrar de posibilidades el
porvenir.
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