Digo, de nuevo, una vez más: dar la bienvenida,
saludar, acompañar, permitir, ser paciente,
posibilitar, dejar, ceder, dar, mirar,
leer, jugar, habilitar, atender, escuchar.
Carlos Skliar 1
Estamos terminando el año y queremos compartir un repaso de las tareas que hicimos desde el área educativa, que oscilaron entre la realización de algunos materiales y una serie de encuentros virtuales y presenciales.
HERRAMIENTAS DIDÁCTICAS
Para acompañar el trabajo de lxs docentes en este segundo año de pandemia, publicamos Manos a la Obra, una cartilla digital que reúne actividades y juegos que solemos usar durante las visitas. Muchos de ellos, como ‘Estamos todxs en el mismo tren’, ¡Qué chucho! y ‘Obreras para armar’ fueron hechos en articulación con los talleres del Prende. La intención es que estos contenidos puedan disfrutarse en diferentes niveles, modalidades y contextos, sea en el aula, en el recreo o en casa.
Finalmente, el juego ¡Andá vos a lavar los platos! forma parte de la muestra del museo. La obrera de Ferrowhite por momentos es docente, por otros bolsera de las fábricas del puerto y de a ratos, una microemprendedora que trabaja desde su casa. Más allá de las particularidades de cada momento histórico, asegurar el sustento económico de sus familias es una prioridad que comparten.
Junto con objetos de la vida política (urnas, megáfonos y pecheras), de la cocina (ollas y cucharones), de los trabajos reconocidos (tijeras y guardapolvos) y de la dimensión del autocuidado (libros y tatuajes), seguimos conociendo sobre cambios y permanencias en los trabajos de las mujeres.
Como una forma de enriquecer esta propuesta hicimos
entrevistas a nuestras amigas Titi Sedrani, Ida Muhamed y Gisela López. Nos
acercamos para indagar en sus memorias como peluqueras, costureras y promotoras
comunitarias y terminamos descubriendo nuevas experiencias, como la de Ida
atendiendo de niña el puesto de verduras que la CGT había habilitado en el puerto.
OTROS USOS AL JUEGO
En el Primero de Mayo, junto con el Centro Cultural Kirchner, organizamos un taller virtual sobre representaciones del trabajo en la cultura. En esa oportunidad el trío de obreros fue nuestro recurso de mediación y la pregunta "¿trabajar en cultura es distinto a hacerlo en otros trabajos?", el puntapié de estas reflexiones:
Es diferente porque por fuera del campo cultural se suele identificar la cultura con el entretenimiento y no como fuente y espacio de trabajo.
Debería ser considerado como una profesión como cualquier otra, pero no ocurre tanto.
El arte y la cultura terminan relegados casi siempre.
El riesgo es mucho mayor y el producto está infravalorado
Los debates y los dibujos que surgieron en este taller devinieron en una serie de objetos y piezas visuales para acompañar “al trabajador de la cultura":
Con Gino, Enzo, Mariana, Aymara y Ona, que practican homeschooling, fabricamos ladrillos de adobe como parte de un proyecto comunitario de construcción natural. No sabíamos que esas piezas iban a ser parte de la estufa que, meses después, construimos en la casa de Pao, Leo, Pía y Male quienes participan en el Prende.
La auténtica relación educativa se mueve desde esa constatación (que no hay dos personas iguales), pero para significarla como posibilidad: el deseo de que cada cual siga su propio proceso, el más rico, el más humano y humanizador, el más personal (...) Que nadie se vea obligado a ser quien no es. Es el deseo de que todas y todos puedan construir-se.2
La última visita fue la de lxs
chicxs de 6to año del Colegio Sarmiento. Fue la primera vez que pudimos
trabajar con la pregunta que surge inevitablemente al caminar por las salas del
museo y encontrar herramientas pesadas y siluetas de obreros y patrones. La
obrera del juego ¡Andá vos a lavar los platos! nos esperaba con algunas pistas
para pensar ‘¿dónde están las mujeres?’
ESCRIBIR AL HILO
Desde septiembre estamos participando de esta clínica, organizada por Fundación PROA y el Museo de Arte Contemporáneo de México. En las clases pudimos escuchar a investigadorxs de diversas disciplinas, quienes, además de compartirnos saberes sobre pensamiento decolonial, museos y feminismos y pedagogías de las diferencias, nos desafiaron a soltar la pluma y repensar, en ese mismo proceso, lo que hacemos.
PAUSA Y VOLVEMOS
En estos gestos mínimos que intentamos describir pudimos revisar algunos de los sentidos que tiene para nosotras la educación en los museos. Uno tiene que ver con volver estos espacios disponibles, atendiendo a los deseos y necesidades de quienes nos visitan. Y el otro, con una mirada de la pedagogía, que nos invita a ser compañeras de aprendizaje de esas personas.
Analía Bernardi y Julieta Ortiz de Rosas
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Referencias:
1 y 2: Gestos mínimos que nos propone Carlos Skliar para dar inicio y sostener el encuentro educativo. En Skliar, C. (2019). Acerca de la alteridad, la normalidad, la anormalidad, la diferencia, la diversidad, la discapacidad y la pronunciación de lo educativo. Clase 1. Módulo 1. En Diploma Superior en Pedagogías de las diferencias. FLACSO Argentina, disponible en flacso.org.ar/flacso-virtual.
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