jueves, 30 de junio de 2011

LA PELUQUERÍA COMO SITIO DE DESCONFINAMIENTO

El domingo pasado volvió a abrir nuestra peluquería. Una peluquería de barrio, aunque no de cualquier barrio, dijimos, sino de uno en el que materiales como el pvc, la urea y la soda caústica se producen por miles de toneladas a pocos metros de casa. Al sillón de Titi Sedrani vino a sentarse Braulio Laurencena, ingeniero químico con posgrado en Berkeley, ex docente de la UNS y responsable de Medio Ambiente de la Municipalidad durante los escapes (de cloro, en un caso, de amoníaco, en el otro), acaecidos en las plantas de Solvay y Profertil durante el año 2000. Alrededor, fueron arrimando vecinos y visitantes con ganas de preguntar por lo que pasó entonces, por lo que puede pasar y lo que se hace para que no, pero también de conversar sobre el día a día de la relación entre industria y comunidad.




¿Qué hay en el humo que vemos salir por las chimeneas? ¿Cuáles fueron las negligencias que desencadenaron los famosos escapes del año 2000? ¿A qué distancia de la población tendrían que estar instalados "vecinos" de semejantes dimensiones? ¿Cuál es la vida útil de una planta que funciona las 24 horas del día y trabaja con elementos químicos que la van agrediendo? Estos fueron algunos de los interrogantes planteados por los participantes del encuentro a los que Braulio, desde su saber especializado, intentó ir dando respuesta. Pero quedó claro que a la hora de hablar estos temas la voz del "técnico" no es la única a tener en cuenta.

Porque si de dar cátedra se trata, los chicos y chicas de El futuro contra la contaminación y Cuidemos el futuro & el de nuestra comunidad demostraron que también tienen mucho para compartir. A través de sus láminas, pudimos aprehender el esquema productivo de las empresas como un proceso en el cual ya no sólo se produce urea, PVC y polietileno. En su planteo, el funcionamiento de cada empresa rompe el cerco perimetral, produciendo un montón de cosas que están presentes en la vida de todos.





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