domingo, 31 de agosto de 2008

Marcelo Díaz y la bomba de vacio de la locomotora BLH
rumbo a la sala de muestra.

martes, 26 de agosto de 2008

CAMINATA ARQUEOLOGICA POR LOMA PARAGUAYA

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Esta vez -miércoles 6 de agosto- el equipo de Ferrowhite se congregó en el corazón de Loma Paraguaya. De White salimos Silvia, Lucía, Pedro, José, Nico y Esteban y allá nos encontramos con Adriana y el resto de los chicos –Janet, Magali, Lucila, Natalia, Mari, Laura, Ezequiel, Braian y Luciano-.

Reunidos todos en la plaza de la Unidad Sanitaria nos encaminamos derechito en la búsqueda de la tan mentada palmera ferroviaria. Cruzamos la ruta tres y registramos nuestro primer hallazgo: un taller que abarca toda una esquina, detrás en el medio de aquella manzana una playa de camiones y allá, en la otra punta, unos galpones uno al lado del otro, que forman parte de lo que fue la metalúrgica Bahía Blanca hasta mediados de los 60’. ¿Qué se fabricaba? : surtidores de nafta y hornos de alta presión.

¿Qué más? Al fondo de esa calle, paralela a la otra ruta, que forma una rotonda con la ruta tres, se ven las construcciones de otro lugar con fama: los talleres en los que se reparaba vagones del ferrocarril.

De allí cruzamos esta otra ruta y salteando un alambrado nos internamos bajo una hilera de árboles hasta dar con la gloriosa y solitaria palmera. Ahí estaban: el árbol y su perseverancia. De pie frente a inconmovibles tanques de petróleo.

Sesión de fotos mediante, salimos de nuevo a la calle y caminamos derechito hasta la avenida Colón, cruzamos y atravesamos un caminito de tierra que desembocaba en los fondos de lo que ahora es EDES. Esa pared, la del fondo, correspondía a la antigua usina, aquella que fue construida por capitales ingleses a principios del siglo xx.

De tanto mirar para arriba casi no nos percatamos de que estábamos parados sobre la base de lo que fuera la chimenea de la usina. La disposición de los ladrillos en el suelo formando un círculo, nos convenció de tal hallazgo. Emocionados, ¡sale otra ronda de fotos!

Y antes de emprender la retirada intentando buscar cobre para hacerlo plata dimos con un pedazo de ladrillo refractario que nos dio la sensación que es de aquella época en que la chimenea estaría de pie. Esa mitad tiene inscripto algo que todavía no resolvimos a qué hace referencia.

La otra mitad queda para el miércoles que viene.
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lunes, 4 de agosto de 2008

EL TALLER DE LOS PIBES DE LOMA

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¡Uno más! El miércoles pasado nos volvimos a reunir en Ferrowhite los que estamos llevando adelante el trabajo de taller con los pibes de Loma Paraguaya. Vacaciones de invierno de por medio, algunos aflojaron y, esta vuelta, no vinieron al museo. Pero todo se compensa: sumamos a Marcelo mientras que Ana y Pedro quedaron enganchados y volvieron a decir presente.

Justo antes de salir corriendo para recorrer la torre del Castillo (lo prometido) pasamos por el pañol y todos coincidimos en lo bien que habían quedado las bielas de locomotora. ¡Brillaban! De paso, Pedro andaba enseñando uno de los tomos del manual de locomotoras (la parte mecánica) con el que se estudiaba en el ferrocarril, cuando él era joven, para pasar de aprendiz a mecánico.

Después de una sesión de fotos abrazando a una de las bielas salimos rumbeando al castillo. ¿Qué vimos? Chatarra olvidada en la ría, el buque regasificador, todo White, el Polo Petroquímico en su plenitud, los edificios allá en Bahía. Y por dentro: las enormes paredes del Castillo, ventanales rotos, imaginamos los lugares donde estaban las calderas, las turbinas, un dragón devaluado que apenas se alimenta de palomas.

De vuelta al museo, nos repartimos copias de un plano con las calles de Loma Paraguaya, e intentamos ubicar el sitio exacto donde estuvieron instaladas la estación de trenes y la usina del BAP (Bs. As. al Pacífico). A esas referencias le sumamos la casa de cada uno de los chicos, la esquina de la escuela, la iglesia, la casa de los abuelos de Luciano...

¡Al fin! Después de cuatro encuentros en las dependencias del museo, el miércoles próximo los pibes de Loma hacen de local y los de Ferrowhite nos vamos para allá a hacer, lo que se dice, trabajo de campo.
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