martes, 30 de junio de 2015

MONTAJE


Acompañamos a Jorge Moyano al Parque Noroeste. La tarea: devolverle al último galpón en pie de los Talleres ferroviarios Bahía Blanca Noroeste el nombre que tuvo y perdió con todo lo demás: MONTAJE. Un término que define tanto lo que se hizo allí durante cien años (armar y desarmar locomotoras y vagones) como el procedimiento seguido para formar esta palabra a partir de recombinar enormes letras de chapa. Letras recuperadas de la fachada de otro taller, distinto y a la vez cercano, "Luis Reale e Hijos", que Jorge trajo al museo y pintó junto a las chicas y chicos de nuestro taller "PRENDE".









viernes, 26 de junio de 2015

jueves, 25 de junio de 2015

AL PIE DE LA LETRA

"LUIS REALE e Hijos" se leía hasta hace poco sobre la fachada del taller en ruinas ubicado en Avenida Colón al 700. Un taller privado dedicado a la rectificación de automóviles cuyo personal y actividades supo estar vinculado a la tornería de los Talleres ferroviarios Bahía Blanca Noroeste. Jorge Moyano recuperó esas enormes letras de chapa y las trajo a Ferrowhite, donde trabajamos para restaurarlas junto a las chicas y chicos de ¡PRENDE!. Ahora la idea de Jorge es emplazar estas letras, recombinadas, sobre el último galpón en pie de los Talleres Noroeste, y así unir "dos lugares cargados de significado". Dos espacios de trabajo cuya historia pasará a formar parte del naciente Parque Noroeste.






lunes, 22 de junio de 2015

CUERDAS Y NUDOS

Este es el ferroviario Antonio Genovali cantando "Nieblas del riachuelo" a pasos de la ría, ayer domingo, Día del Padre.


Y esta es su hija Natalia cantando con él desde la platea.


De esto se trata "Conozco la canción". De cuerdas vocales, y a veces también, de un nudo en la garganta.

FUERTE EL APLAUSO

"Conozco la canción", el último domingo, en Ferrowhite.
 










jueves, 18 de junio de 2015

UN MUSEO DEL TRABAJO

No salía ningún tren esa tarde (hace mucho que no sale ninguno). No llegaba ninguna encomienda ni se vendían boletos especiales. Y sin embargo, el domingo 14 de junio muchos nos dimos cita en la Estación Nicolás Levalle.


Una muestra de yunques fue el motivo para abrir por segunda vez lo que Beti, Juan y Gladys (entre otros ‘Amigos de la estación’) vienen armando desde el año pasado: un Museo del Trabajo rural al sur de la Provincia de Buenos Aires. Herramientas y fotos; mates hechos con calabazas gigantes e historias familiares; viajes en triciclos de vía y chocolate caliente para recuperar energías. El viento que te golpeaba la cara y el sol que entibiaba la espalda.

Fueron muchas ‘las excusas’ para volver a habitar el edificio, encender sus hogares a leña y sobre todo volver a reunirse. Por eso ahí estaban quienes alguna vez vivieron y trabajaron en los campos cercanos: la familia cuya casa quedaba pasando la chacra de; los hijos y nietas de quien estaba casado con. ¿Te acordás?



Habilitar un museo del trabajo en una estación ferroviaria supone crear una parada en la inmensidad de la pampa y la brevedad del tiempo. Un punto en el territorio desde el cual contemplar el horizonte y preguntarse qué pasó con las familias que durante años vivieron por ahí, quiénes asisten a la escuela que queda enfrente y qué y cómo se produce hoy en un campo -ahora sí- prácticamente desierto. 

Con los amigos de este museo en gestación no sólo nos unen las vías y las herramientas. También una mirada que se esfuerza por vislumbrar el trabajo detrás de las cosas que aparentan no tenerlo y a la vez, ver la vida donde a veces sólo se ve trabajo.

miércoles, 17 de junio de 2015

UNA QUE SEPAMOS TODOS

Este domingo, después del almuerzo, te lo traés a tu papá a Ferrowhite que acá se arma "Conozco la canción", el ciclo en el que la música une generaciones: en este encuentro, el whitense Pochi Genovali canta tangos "de rompe y raja", la joven Agustina Inzunza se transforma en la nueva promesa del pop, Andrea Bohn, del Bulevar, interpreta temas del cancionero latino, y Leo "Polaroid" Vecchietti le pone nueva voz a las canciones de la Bersuit. Todo bajo la batuta de la gran Sarita Cappelletti. La cita es este domingo 21, a las 16 hs.

jueves, 11 de junio de 2015

BARRO TAL VEZ

El pasado fin de semana comenzamos con "El humedal. Naturaleza y cultura." cuatro jornadas de capacitación para docentes de nivel inicial y primario destinadas a conocer, junto a los amigos de la "Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde" y la "Fundación Rescate de Aves Marinas", un poco más sobre la ría de Bahía Blanca.


La actividad arrancó el viernes en el museo y el sábado viajamos hasta el muelle de Cerri. Este próximo fin de semana la seguimos en Villa del Mar.

Nuestra ciudad recibe su nombre de un territorio al que, en definitiva, se opone. (Puede que el contrasentido explique más de una cosa). En efecto, la Bahía Blanca resulta para la mayoría de los bahienses justamente eso: un espacio en blanco más allá de los márgenes. Un lugar tan extraño como, pongamos, los mares de la luna. Esa luna que mece las mareas que cubren y descubren el enigma de un paisaje tan cercano como remoto, tan a mano como difícil de entender. Porque la bahía no sólo cambia de la baja a la pleamar. Es una si, con los pescadores, la llamamos "ría", otra si, como los geólogos, la nominamos "estuario", otra incluso en la voz del Licenciado en Comercio Internacional que distingue en ella "un puerto de aguas profundas", y otra muy distinta para quienes, como Juan Carlos Alesoni o Ida Muhamed, fue siempre el patio de su casa. Pero cada unas de esas bahías son esta bahía en la que naturaleza y cultura no sólo no pueden pensarse por separado, sino que son parte indiscernible de un mismo mundo en crisis.

lunes, 8 de junio de 2015

PRET A PORTER


A los amigos del Museo del Trabajo de Nicolás Levalle se les ocurrió una idea livianita: armar una muestra de yunques. Así que en Ferrowhite nos propusimos aligerarles la carga prestándoles nuestra bigornia prêt-à-porter. Un yunque de papel para preguntarnos cuánto pesa nuestra historia y quiénes la forjan.

viernes, 5 de junio de 2015

SÚPER ACCIÓN

¿Preparados para otro sábado de súper acción? Mañana, a partir de las diez y media, ¡PRENDE!.



martes, 2 de junio de 2015

NO HAY PÁRPADOS PARA LOS OÍDOS


Junto a la Sonoteca Bahía Blanca realizamos el primer SAFARI SONORO para chicos de nuestra ciudad. Una invitación a descubrir que todo lo que pasa en este puerto pasa también por los oídos.








lunes, 1 de junio de 2015

HOY PUEDE SER UN GRAN DÍA

Llegó el día. Hoy arrancamos con la recuperación de una de las salas de la ex usina General San Martín e iniciamos la apertura definitiva de “La Rambla de Arrieta”. Dos obras que buscan poner en marcha aquello que muchos, desde hace tanto, reclaman como un derecho evidente: “entrar al castillo” y “salir al mar”.





La sala en cuestión se encuentra ubicada en la planta baja de la usina, sobre una superficie de alrededor de 200 metros cuadrados. Un estudio realizado por especialistas del Departamento de Geología de la UNS certificó que en el lugar no hay asbesto, material contaminante presente en otros sectores del edificio. Por lo que la obra a encarar consistirá, en primer lugar, en aislar este recinto del resto de la construcción, y en realizar una limpieza de acuerdo con los protocolos de seguridad sobre el tema, para avanzar luego en su acondicionamiento como nueva sede para los talleres que el museo realiza. Es decir, como un espacio en el que la historia del trabajo que Ferrowhite elabora se tense y traduzca en trabajo comunitario.

Con la Rambla de Arrieta nos proponemos crear en torno al castillo un paseo público con vista al canal principal de la ría de Bahía Blanca. O sea, convertir en una posibilidad cotidiana aquello que el museo viene tanteando con cada recital, cada visita escolar, cada fiesta realizada en los últimos años al borde de las aguas más complejas del planeta. Complejas, sí, porque en este puerto pasa de todo, lo advirtamos o no. La Rambla es un enclave privilegiado para comprender procesos en los que naturaleza e historia no pueden concebirse por separado, pero además quiere ser un lugar para pasarla bien. Un sitio para afirmar que en el paraíso de la soja y el polietileno, también se vive de cara al sol.

Desde que fue inaugurada por las Empresas Eléctricas de Bahía Blanca (una filial de la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad), el 1° de octubre de 1932, hasta su salida de servicio el Día de los Inocentes de 1988, la Central General San Martín -bautizada en un principio "Ingeniero White"-, iluminó durante décadas a toda la ciudad. Allí se produjo la energía necesaria para activar elevadores y muelles, pero también cada una de las lamparitas, heladeras, radios, lavarropas y televisores que fueron poblando los hogares de la región a lo largo del siglo XX.

Primero el apagón y luego el desguace convirtieron a la usina en un agujero negro del patrimonio público. Su recuperación forma parte de un proceso que, más allá de los proyectos fastuosos que el castillo comprensiblemente inspira, confía en la labor sostenida y cotidiana junto a las personas que habitan, en concreto, este lugar. Un itinerario que inició allá por 2002 con la restauración del Taller Regional de Mantenimiento, espacio en el que funciona Ferrowhite desde fines de 2004; que continuó con la puesta en valor de la residencia del jefe de planta, convertida en el café La Casa del Espía; con la regeneración del parque de la usina y con el despliegue de innumerables actividades en la última década.

Las obras en la Rambla y la usina se llevan a cabo junto a la Asociación Amigos del Castillo. Son posibles gracias al apoyo, ganado en concurso, del Fondo Argentino de Desarrollo Cultural y del programa “Puntos de cultura” de la Secretaría de Cultura de la Nación, al aporte de la Fundación Cargill, y a la colaboración de los guardaparques de la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde.