miércoles, 31 de agosto de 2011

EL PASEO COMO MÉTODO

Ayer, 30 de agosto, visitaron Ferrowhite estudiantes y profesores que participan de las IV Jornadas de Investigación organizadas por del Departamento de Humanidades de la UNS. La idea del paseo era conocer espacios de investigación “no académicos” de la ciudad. El recorrido incluyó paradas en Estación Rosario, Ferrowhite y el Museo del Puerto, en ese orden.

En lo que respecta a este museo taller, estamos en condiciones de aseverar que:

a) Los jóvenes investigadores realizaron una incursión de carácter exploratorio a fin de:
a.1) analizar el funcionamiento semántico de las máquinas de contar la historia.
a.2) evaluar la eficacia pragmática de la consigna “La ría para todos”.
a.3) constatar que una llave de locomotora pesa más que un lápiz, incluso si este último es un lápiz de carpintero.
a.4) en relación con todo lo observado, elaborar hipótesis dinámicas sobre el futuro del ferrocarril.

b) De acuerdo con las opiniones recabadas en una rápida encuesta de carácter abierto, resultaron de sumo interés para los participantes de la experiencia las intervenciones de los señores Pedro Marto y Florentino ‘Cacho’ Mazzone, verificándose el rápido reemplazo del vínculo investigador – informante,  por el nexo “amigos de acá en más”.

c) Antes de seguir viaje, los metódicos paseantes consideraron imprescindible dejar testimonio de su paso por este museo posando para la eternidad con nuestro obrero bañista (se adjunta foto).

martes, 30 de agosto de 2011

UN ELEFANTE, UN CARNERO Y UNA PATA DE CABRA

El próximo 26 de octubre se cumplen 50 años del inicio de la huelga de 42 días que los ferroviarios de todo el país sostuvieron contra el plan de reducción de los ferrocarriles implementado por el gobierno de Arturo Frondizi. Por eso, este miércoles 31 de agosto, a las 9 de la mañana, en el marco de las IV Jornadas de Investigación en Humanidades que organiza el Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur, vamos a estar conversando sobre la huelga ferroviaria del '61 y sobre las maneras de dar cuenta de aquel acontecimiento desde un lugar como el museo. 



Si alguno de ustedes imagina que lo que hacemos acá en Ferrowhite consiste en trasladar al amplio espacio de este taller, una historia confinada al marco estrecho de las páginas de algunos libros, no nos queda otra que decir que se engaña. No sólo porque trabajar con la historia del trabajo ferroviario y portuario vuelve difícil privilegiar la lectura -por supuesto imprescindible- por sobre los otros actos de la existencia, sino además porque esos libros casi no existen. Cosa que representa un verdadero enigma teniendo en cuenta el amplio acuerdo respecto de la importancia de ferrocarriles y puertos para el “desarrollo” de nuestra ciudad.

Nos pasó con Roberto Peñacorada, con Cacho Montes de Oca, con Roberto Marino y tantos otros: cada uno valora de una manera distinta lo sucedido, pero basta que un ferroviario de más de 65 años se pare en el museo frente a esa inmensa foto fechada en 1961 en la que se ve a Frondizi montado sobre un elefante para que inmediatamente diga algo como esto: estábamos todos de huelga, el país paralizado y él allá en la India, paseando en elefante, y se acuerde del Plan Larkin, y de los ramales levantados, de los 42 días de huelga y de los retiros voluntarios. Si luego se encuentra con la vagoneta en la que el Aparato Carnero agacha sumiso la cabeza, probablemente nos cuente de los que sí fueron a trabajar, de esos “carneros” que no quisieron parar. Y tal vez, al llegar a la zorra sobre la que están apoyadas las herramientas que usaban los catangos, o sea, los peones de vías, comente en voz baja cómo se usaban las llaves “pata de cabra” para aflojar rieles y provocar el descarrilo de los trenes “de emergencia” conducidos por el personal de dirección.

Nos parece significativo que entre las palabras con las que esos “testigos presenciales” relatan los acontecimientos del ‘61 se escuchen unas cuantas que sonaron, y mucho, durante la última década del siglo XX: racionalizacióndéficitretiro voluntariocierredesguace. Reunidos en este museo cuya colección tiene origen, justamente, en los despojos de los años 90, el elefante, el carnero, y la pata de cabra, llevan a más de un ferroviario a interpretar lo sucedido a principios de los años 60 como el inicio de un proceso que culminó treinta años más tarde con la privatización y el desmantelamiento de los trenes. En palabras de Pedro Caballero: “el inicio del principio del fin de los ferrocarriles argentinos”.

De la ausencia de un trabajo específico referido a la huelga ferroviaria de 1961 en Bahía Blanca, y de ese cruce entre objetos, imágenes y experiencias que el espacio del museo propicia, en el que la relación entre cuestiones generales y particulares no parece ir nunca en una sola dirección, surge entonces el impulso para investigar los hechos e interpretaciones en torno a aquellos 42 días que paralizaron al país.

La ponencia completa se puede descargar siguiendo este link

miércoles, 24 de agosto de 2011

DE LA INDUSTRIA FERROVIARIA PRIVADA EN BAHIA BLANCA


El desarrollo de la industria ferroviaria es uno de los aspectos para estudiar cuando el tema es la huelga ferroviaria del 61 y los efectos del Plan Larkin. Talleres privados de fabricación y reparación de locomotoras, vagones y repuestos ferroviarios empezaron a funcionar por entonces en diferentes lugares del país.

Para conocer el surgimiento y el desarrollo de esa industria en nuestra ciudad, fuimos a hablar con Jorge Marinsalta, uno de los dueños y directores, entre 1961 y 1994, de Talleres Bertrán Hermanos, dedicado a la reparación de vagones y coches eléctricos y subterráneos, y con Jorge Garavaglia, gerente de la empresa Ingefer, que funcionó hasta el año pasado.



Esto contó Marinsalta, cuando le pregunté cómo el taller metalúrgico Bertrán Hnos pasó, en 1961, de la fabricación celosías a las reparaciones ferroviarias:

ellos [los representantes de EFEA] vinieron, nos inspeccionaron, aceptaron la empresa y empezamos a trabajar por coste y costa con el Roca; coste y costa viene a ser un contrato de aquel tiempo en el cual el ferrocarril te pagaba los jornales invertidos en la reparación, o sea tenías veinte personas trabajando en los vagones, te pagaban el sueldo, mas 75% de cargas sociales, mas el 30% de utilidades, el ferrocarril te pagaba, materiales y mano de obra. Eso duró hasta... el año 65?* hubo una revolución, había militares en ese tiempo; deshicieron el contrato de coste y costa, y empezaron a hacer licitaciones.

En base a ese sistema, Talleres Bertrán llegó a ocupar entre 300 y 400 obreros, afiliados todos a la Unión Obrera Metalúrgica, para la reparación de vagones jaula, fruteros, vagones tanque, chatas A15, furgones de pasajeros, y coches push-pull. Además, desde fines de la década del 80 trabajaron también en la modificación de vagones de cargas generales a cerealeros con boquilla de descarga central, y en la reparación de subterráneos (que se traían en carretones por la ruta desde buenos aires), tanto para el Ferrocarril Sarmiento como para el Roca.


Cuando en 1994, simultáneamente con la liquidación de Ferrocarriles Argentinos, Talleres Bertrán deja la actividad ferroviaria para dedicarse de lleno a los materiales de construcción (la firma Codimat S.A.), se constituye la firma Ingefer. Sobre esto cuenta Carlos Garavaglia:

con la maquinaria del taller original seguimos explotando la actividad ferroviaria, modificamos vagones para Indupa, para el transporte de gas, modificamos vagones de soda cáustica, de transporte de petróleo, chatas A15, hacíamos reparación de ejes y de bogues ferroviarios, modificación de cojinetes a rulemanes, reformar ejes de cojinetes a bronce a rodamiento, eso fue hasta el 30 de junio del año pasado, fecha final. Gran porcentaje de la maquinaria ferroviaria se la vendimos a Ferroexpreso Pampeano, que ellos siguieron con actividad propia.

* El sistema de contratos "por coste y costas" fue sustituido por "costos unitarios de reconstruccion o reparación" cuando, despues de la Revolución Argentina, se sanciona la ley 21.084 (dic 1966) "Plan para la reorganizacion de los ferrocarriles nacionales" (BO 12-12-1966)

DÓNDE ESTÁN

Mientras recorremos las instalaciones de lo que fueron Talleres Bertrán, el Ingeniero Garavaglia comenta:

Cuando liquida Ferrocarriles Argentinos, el ONABE empieza a rematar materiales, la gran cantidad de remates la hizo en el gobierno de Menem, luego viene el gobierno de Kirchner que suspende los remates pensando que iba a salvar algo pero qué quedó, no quedó nada, prácticamente le quedaron los inmobiliarios al ferrocarril.



Nosotros compramos mucho material en remates ferroviarios que se hacían a galpón completo porque nos daba lastima que esos materirales fueran al chatarrero, hemos comprado en Bahía, en Rosario, en varios lugares; donde había remates íbamos. Acá en los Almacenes, en Talleres Noroeste, sí, la locomotora la compramos ahí en Noroeste, la balanceadora también en NO, el puente grúa, ese también en NO, un puente grúa todo remachado, de la época de los ingleses, ahora ya lo desactivamos, lo tenemos para el museo.




En Estación Solier, en Punta Alta, un pórtico donde levantaban los vagones, ahí también compramos rezago ferroviario. Nosotros lo comprábamos, lo reparábamos y lo usábamos.


Se desparramaron muchas cosas... nosotros con un poco de corazón ferroviario quisimos comprar mucho de eso, algunas cosas las compramos, no las usamos nunca, pero era ir y decir, cómo lo van a tirar esto, como van a tirar lo otro...

lunes, 22 de agosto de 2011

DE LA VITRINA A LA VIDRIERA

¿Y si el patrimonio de una comunidad se definiera menos por lo que sus miembros poseen que por aquello que comparten? Sobre el fin de la semana pasada el “San Silverio”, el buque archivo que Roberto Conte construyó en su casa y botamos acá en el museo allá por abril, zarpó de nuestras salas con destino a la vidriera de la sastrería Forte, en la esquina de Belgrano y Mascarello. Entre tanto, una colección de arenas de playas lejanas atesorada por el sastre Mario Forte, comienza a ocupar la planta baja de la Casa del Espía, iniciándonos en la vida misteriosa de un "tipo de mundo" al que casi no se lo ha visto salir de su pueblo.


Junto a algunas fotos de este nuevo viaje del "San Silverio", dejamos por acá las palabras que nuestra amiga Ana Vidal escribió, a manera de presentación, sobre Bocha y su trabajo:

Este es el barco que Roberto "Bocha" Conte donó al museo en abril de 2011, fruto de dos años y medio en los que destinó sus ratos libres a cortar, pegar y pintar pedazos de tetra brik, cartón corrugado, maderas, plásticos y otros materiales en el living de su casa.  
  

Bocha reprodujo del modo más literal posible la forma de los portacontenedores que habitualmente recorren el puerto de White, imitando sus proporciones y sus detalles constructivos. Así hizo también con la lista de las embarcaciones whitenses que han navegado las aguas del puerto en los años de los que tiene memoria – los nombres de lanchas junto con los apellidos de sus dueños, que recopiló y escribió sobre cada container, previo cotejo con vecinos y amigos, especialmente, Silverio Churazzo y Alberto Garrini, sus dos grandes compañeros en la tarea de construcción del buque.


La réplica construye conocimiento y quiere ser un homenaje a las tantas familias de White que, como la suya, han puesto su trabajo en un puerto que al día de hoy, les resta cada vez más lugar. Por eso, Bocha pide que su barco esté dispuesto en el museo de forma tal que cada uno pueda rodearlo y hacer de él un dispositivo de memoria: buscar dentro de sí qué lanchas reconoce, y qué lanchas faltan; cuáles es posible ver aún, y cuáles ya no recorren la ría.

Cuando era chico, el director de la escuela “Sarmiento” de White lo mandó con una carta de recomendación a estudiar pintura a Bahía Blanca porque vio en él una inclinación especial hacia el arte. Fue a algunas clases, pero luego vio que aquel taller lleno de caballetes y óleos no era su lugar. La vida lo llevó al trabajo diario en el mar, pero Bocha nunca abandonó el dibujo: con el paso de los años retrató muchas veces la ría, alguna boya, y los buques del puerto.


Será por eso que optó por la imagen del barco al momento de armar su homenaje. La forma elegida hace que el ejercicio de lectura demande algo más que cotejar la lista de los nombres. El objeto está lleno de signos que exigen una interpretación. Por más que Bocha afirme: “es un barco que sale de Ponza, lleno de las lanchas de las familias de White. Y se llama “San Silverio”. Eso lo dice todo”, para cada espectador esa totalidad adquiere un sentido distinto: los colores, las formas, los materiales, los nombres, la metáfora; invitan una y otra vez a sentir y a pensar, dicen algo que nunca está escrito.

Ana Vidal

viernes, 12 de agosto de 2011

LA FUENTE DE LOS DESEOS COMPARTIDOS

Si no viniste a la presentación del libro de Mirta Colángelo “Mensajes en botellas”, te contamos que en Ferrowhite todavía quedan ejemplares para que te lleves, y botellitas para que durante este mes de los niños llenes con tus deseos nuestra Fontana di Arrieta, una fuente que no te asegura que tus deseos se cumplan, pero sí, al menos, que puedas compartirlos.


La otra tarde se lanzaron 111 “preformas” de botellas. Esta es una pequeña muestra (se dice el sueño pero no el soñador) de lo que nos encontramos entonces.

- Deseo que todos tengamos derecho a la palabra y a la voz.
- Que mi mamá mejore su salud. Que mi hijo sea feliz. Que no haya contaminación. Que hagamos lo posible por reducirla. Que haya amor con P... Que consiga un trabajo rentado. Felicidad. Deseos. Amor. Salud. Curiosidad.
- Quiero tener un perro salchicha.
- Deseo una sociedad un poco (o quizás muchísimo) más respetuosa en general de su prójimo, más apasionada, desinteresada, menos individualista y egoísta, me zarpé, no? Vengo pidiendo demasiado?
- Que cada cual encuentre su media naranja, y la disfrute.
- Deseo horizontes de posibilidades, igualdad de oportunidades para los/as niños/as del “BAJO RONDEAU”.
- Quiero una pelota para aprender a jugar bien al fútbol. Cuando sea grande quiero ser constructor.
- Deseo que la ría vuelva a ser del pueblo y que Mirta esté siempre produciendo actividades y belleza.
- Que nadie se rinda.
- Desarrollo sustentable en la ciudad, el puerto y los barrios.
- Me gustaría poder volar como los pájaros libremente para ver todo desde arriba (incluye dibujito).
- Deseo que no se termine el mundo por la contaminación pueda ser una gran jugadora de voley.
- Deseo que los ferrocarriles se ramifiquen como un árbol que vuelva a dar vida y trabajo a nuestro país.
- Me gustaría comer sushi.
- 31-07-2011. Deseo encontrarme algún día con mi mitad perfecta, con el amor de mi vida, aquí, allá, más allá del horizonte, en esta vida o en otra. Veronica... Tel. 486…
- Trabajo y estudio para todos!
- Trabajo seguro y digno.
- Deseo... Felicidad para mi y mi familia y encontrar el camino y salud y y y y… tampoco voy a ser tan pretensioso!

jueves, 11 de agosto de 2011

DE WHITE A ESTAMBUL


Tres cortos producidos por el museo participan de la muestra “Videoarde. Vídeo crítico en Latinoamérica y el Caribe.” que por estos meses se presenta en distintas ciudades europeas y africanas con el auspicio del Instituto Cervantes y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
La muestra reúne trabajos de realizadores de México, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, EEUU, España y Argentina, entre los que se cuentan algunos de los videos producidos por Nicolás Testoni para el museo.
En opinión de su curadora, Laura Baigorri, esta selección nos “interroga sobre la efectividad y el campo de acción del arte crítico” de acuerdo a las variadas maneras en que las sociedades que componen esa región compleja denominada “América Latina” modelan su relación con “la política, la historia/memoria, la identidad, la crisis social, la violencia, el machismo, el sexo, la religión, la frontera y la emigración, el espacio urbano y el arte”.
Además de la muestra, el proyecto “Videoarde” consta de la edición de un libro “Vídeo en Latinoamérica. Una historia crítica.” (Brumaria, Madrid, 2008), de la organización de una serie de simposios bajo el título “Vídeo Expandido. Nuevas fronteras del audiovisual en Latinoamérica”, y de la realización de talleres coordinados por algunos de los participantes de la exhibición.
Producidos entre 2004 y 2005, los videos de Ferrowhite incluidos en esta muestra abordan, a partir de nombres propios y situaciones cotidianas, aspectos de la vida y el trabajo en Ingeniero White, en el marco de las grandes transformaciones del espacio portuario iniciadas en los años noventa.
La muestra “Videoarde”, que ha visitado ya trece ciudades de todo el mundo, prevé de aquí a fin de año presentaciones Casablanca (Marruecos) y Estambul (Turquía). Los videos locales que integran el programa se exhiben todos los sábados y domingos, de 15 a 19 hs., en el museo.

martes, 9 de agosto de 2011

ROSA Y REGLAMENTO



El que llegaba tarde a Talleres Bahía Blanca, o faltaba sin aviso, sabía que el supervisor lo iba llamar, que tenía que ir a la oficina pero también, que el único consuelo, antes de dar "el explique", o al recibir la notificacion de la aplicación del reglamento, era que, cualquiera fuera la mala noticia, se la iba a comunicar Rosa, hermosa, con sus dieciocho-veinte años, voz suave y modales dulces.

Rosa Calamante estuvo 17 años en Talleres Bahía Blanca Noroeste, ente 1976 y 1993, en la oficina de personal, sueldos y pedidos de materiales.

Ella, junto a Viviana Padellaro, Patricia Martínez, Liliana Remundini, Marta Alvarez, Graciela Gigliotti, Liliana Gimenez y Alicia Rossi (algunas de ellas, estudiantes de sicología en el Juan XXIII, otras docentes, asistentes educacionales) fueron las primeras mujeres que trabajaron en Talleres, acá en Bahía Blanca, como parte de la iniciativa de quien era jefe en esos años, el ingeniero Domenech. 



En Buenos Aires  había mujeres en Ferrocarriles desde años, lo que pasa es que acá, en Bahia... El taller era un lugar machista, donde la mujer ... vos decis lo mismo, pero si lo decía un hombre: “pero acabo de decir lo mismo”, "ah, pero lo dijo él". Hubo que luchar con eso, las opiniones... Se imaginaron que las chicas iban a ser mas dóciles, pero las mas combativas eramos las mujeres, el grupo de las sicólogas, veían injusticias, las planteaban directamente, los hombres no cuestionaban a ningún jefe, las mujeres en cambio cuestionaron algunas cosas... viste donde hay mujeres... 


  
Tal vez por la formación recibida o por una especial sensibilidad común, hay un punto en estas entrevistas al "personal femenino" que se repite: uno de los impactos más fuertes que produce el taller tiene que ver con el uso de las palabras: 

Para mí era chino, te dictaban, te dictan nombres de elementos que no escuchaste en tu vida, nunca, vos venís de una carrera que nada que ver, nombres de cosas de trenes, nombres inusuales, hollín, estopa, todo lo que se hablaba ahí, era todo raro.

viernes, 5 de agosto de 2011

¿QUÉ TIENE QUE VER EL REACTOR TUBULAR DE DOW CHEMICAL CON LA MÁQUINA DE COSER DE UNA FÁBRICA DE BOLSAS?

Últimamente en el museo nos andamos haciendo una pregunta. La abordamos por un lado y por el otro, la damos vuelta, la desplazamos, la deshacemos y volvemos a esbozar. Es que aproximarnos a una respuesta no nos parece simple.

Ida Muhamed, ex trabajadora de la fábrica de bolsas para cereal C.A.D.E., 
durante el último encuentro de "Cambiá la cabeza. Peluquería y debate." 

  
La pregunta nace de la tarea cotidiana de continuar pensando el museo, observando el espacio que ocupa, mirando los objetos que almacena. El suelo del taller, la tenaza de herrería, el crisol de fundición llevan las marcas del desguace. Nos hablan de un mundo productivo hoy deshecho, que ya no existe. Sin embargo ¿de qué modos podrían ayudarnos a comprender lo que vino luego, lo que ahora tenemos?

La destrucción del anterior sistema productivo implicó la construcción de uno nuevo. O más bien, ¿no habrá sido que para continuar por las sendas del “imperioso desarrollo”, se logró presentar como ineludible la necesidad de acabar con lo que había? El actual complejo industrial y portuario se erigió a partir, por sobre e incluso a pesar de lo que existía previamente.

Al mismo tiempo que se puso en funcionamiento ese dispositivo que la muestra del museo llama Bomba de Evaporación y Vaciamientocon el cual se ejecutó la privatización de los ferrocarriles, la reestructuración del puerto, el desguace de la usina… comenzó a operar otra máquina, a la que generalmente se conoce con el nombre de globalización o neoliberalismo. Desde entonces, arribaron a White grandes empresas transnacionales, el puerto se llenó de camiones, los procesos industriales sufrieron una fuerte automatización, y hasta se puso en marcha una ingeniería social de especiales características que hoy reconocemos en el término Responsabilidad Social Empresaria. Todo lo anterior ocasionó enormes cambios no sólo en los modos de producir las cosas, también en el día a día de la vida de la gente.

Esta Gran Transformación es la que ahora nos proponemos trabajar en el museo. Abordar estos cambios no es más ni menos que pensar, charlar y debatir sobre muchos de los problemas que White y la ciudad de Bahía Blanca toda atraviesan hoy.

Es por eso que para empezar fui a hablar con Ida, porque si alguien conoce de lo que pasó en White, pero además de sus luchas actuales, es ella.

Me encontré con que en el relato de Ida es posible señalar con el dedo este cambio de época del que venimos hablando. Ida me habló de la marea debajo de la casa de chapa en la que vivió durante su niñez donde ahora está la Termoeléctrica, de su padre que trabajaba en la Junta Nacional de Granos, de su propio trabajo como costurera en las fábricas de bolsas para cereal, de su esposo que era maquinista, de las tardes de playa en el zanjón y en Galván junto a familia y amigos… de lugares, oficios y tardes que hoy ya no son igual. Pero además, y sobre todo, me contó de los olores y ruidos que producen las empresas petroquímicas que se encuentran a poco más de una cuadra de la que es ahora su casa en el 26 de Septiembre, de los frecuentes reclamos al 911, de la tristeza por la falta de trabajo. Lo admirable en Ida es que el recuerdo de lo que fue White es actualizado desde los problemas y las luchas del presente y, así como aparece la nostalgia por lo perdido, también se hacen presentes el amor que tiene por White y la esperanza por que las cosas puedan estar mejor.









Acá Ida nos comparte un texto escrito por ella, que leyó en abril pasado en la Sociedad de Fomento de Ingeniero White ante autoridades del Consorcio de Gestión del Puerto, para pedir por la preservación del frente marítimo de la ex usina General San Martín.


Ah, hoy la señora Muhamed cumple años. ¡Feliz cumple, Ida! 

lunes, 1 de agosto de 2011

MENSAJES EN BOTELLAS

Ayer despedimos las vacaciones presentando “Mensajes en botellas”, el libro en el que Mirta Colángelo recoge la historia que ella y sus socios en eso de hacer de la lectura y la escritura actos de deseo y disfrute, sembraron hace mucho, veinte años ya, en las aguas de la ría.


Ayer fue la tarde en la que Martín Marzullo, aquel pibe que a los 8 años lanzó una botella desde el Muelle Nacional,  y Jorge Pérez, el trabajador del puerto de Coronel Rosales que la juntó, se volvieron a encontrar. Una tarde soleada y fría en la que los mensajes con tapita se multiplicaron, ahora preocupados por el destino de esas aguas a navegar, hasta colmar la Fontana di Arrieta, nuestra fuente de los deseos de fabricación china.

En fin, ayer fue la tarde en la que este museo que se sueña eficiente como un taller, se puso al servicio del poder tremendo del vehículo más lento y azaroso del mundo, que no son las botellas, sino esa “educación por el arte” a la que Mirta le dedica su vida.