martes, 9 de agosto de 2011

ROSA Y REGLAMENTO



El que llegaba tarde a Talleres Bahía Blanca, o faltaba sin aviso, sabía que el supervisor lo iba llamar, que tenía que ir a la oficina pero también, que el único consuelo, antes de dar "el explique", o al recibir la notificacion de la aplicación del reglamento, era que, cualquiera fuera la mala noticia, se la iba a comunicar Rosa, hermosa, con sus dieciocho-veinte años, voz suave y modales dulces.

Rosa Calamante estuvo 17 años en Talleres Bahía Blanca Noroeste, ente 1976 y 1993, en la oficina de personal, sueldos y pedidos de materiales.

Ella, junto a Viviana Padellaro, Patricia Martínez, Liliana Remundini, Marta Alvarez, Graciela Gigliotti, Liliana Gimenez y Alicia Rossi (algunas de ellas, estudiantes de sicología en el Juan XXIII, otras docentes, asistentes educacionales) fueron las primeras mujeres que trabajaron en Talleres, acá en Bahía Blanca, como parte de la iniciativa de quien era jefe en esos años, el ingeniero Domenech. 



En Buenos Aires  había mujeres en Ferrocarriles desde años, lo que pasa es que acá, en Bahia... El taller era un lugar machista, donde la mujer ... vos decis lo mismo, pero si lo decía un hombre: “pero acabo de decir lo mismo”, "ah, pero lo dijo él". Hubo que luchar con eso, las opiniones... Se imaginaron que las chicas iban a ser mas dóciles, pero las mas combativas eramos las mujeres, el grupo de las sicólogas, veían injusticias, las planteaban directamente, los hombres no cuestionaban a ningún jefe, las mujeres en cambio cuestionaron algunas cosas... viste donde hay mujeres... 


  
Tal vez por la formación recibida o por una especial sensibilidad común, hay un punto en estas entrevistas al "personal femenino" que se repite: uno de los impactos más fuertes que produce el taller tiene que ver con el uso de las palabras: 

Para mí era chino, te dictaban, te dictan nombres de elementos que no escuchaste en tu vida, nunca, vos venís de una carrera que nada que ver, nombres de cosas de trenes, nombres inusuales, hollín, estopa, todo lo que se hablaba ahí, era todo raro.

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