martes, 3 de junio de 2025

LOS RECORRIDOS DE RAMÓN

Por Silvia Gattari

A finales del año pasado, para las Jornadas de educación por el arte organizadas por el Instituto vocacional de las artes 'Manuel José de Labardén', escribí este texto como un modo de presentar a la comunidad y el territorio en donde trabajamos y lo que allí hacemos. Mi intención es recuperarlo junto a ustedes, en este seminario de Mediación Cultural del cual Ronda Cultural nos hace parte y actualizarlo con una serie de encuentros que hicimos en el Prende después de la inundación en Bahía Blanca el pasado 7 de marzo y que decidimos llamar El museo, nuestra casa.  

Éstas son las huellas que deja Ramón en el barro, el perro de lxs vecinxs, cada vez que acompaña a lxs chicxs hasta el PRENDE. Este es el barro de por acá, quisimos compartirlo porque nos parece que el recorrido podría empezar así, siguiendo a Ramón.



Este es el camino que recorre para llegar al castillo y ésta es nuestra tierra, la tierra de donde venimos, la tierra de Ingeniero White, de este territorio que venimos a compartir. Éste es el barrial salitroso y arcilloso de uno de los barrios más cercanos al museo, tierra que tenemos en común y donde vive la mayoría de las familias que son parte del PRENDE. 

Estamos ubicados a muy pocos metros de una costa que alguna vez supo ser playa, balneario popular, antes del asentamiento del polo petroquímico que comenzó por la década de los años 70, y una costa que también a pocos metros tiene uno de los puertos más grandes de la Argentina, privatizado y transnacionalizado durante la década de los 90. 

Desde donde está tomada la foto, desde este barrio que todxs pisamos, atravesamos, nos bajamos del único colectivo que llega hasta acá, lo que más resalta en el paisaje es un imponente castillo en ruinas, lo que fue la usina eléctrica Gral San Martín, cerrada a finales de los años 80 y desguazada diez años más tarde. En el año 2004 fue declarada patrimonio provincial y nacional. 

 Ahí justamente, es donde habita el PRENDE

Es que para compartir un poco del PRENDE es necesario contarles que traemos a este territorio pegado en el cuerpo, que estamos impregnadxs con este barro, que nos es común. Que ya nos resulta familiar y rico el olor ácido del cereal fermentado al sol y que podemos distinguir entre el olor de la marea baja y la alta. Esos olores que se meten en las casas de Ing. White así como en el museo y en el PRENDE. 

Pero volvamos, les habíamos propuesto un recorrido siguiendo a Ramón, al perro del vecino, así que sigamos viaje. Viniendo desde el barrio o desde el barro, sólo tenemos que cruzar la ruta y tomar el camino de acceso al complejo ex usina Gral San Martín. Atravesamos el portón de hierro negro y el primer espacio que aparece es el museo, ahí tenemos que hacer otra parada porque para contar el PRENDE es imprescindible hablar del museo Ferrowhite así que acá nos metemos un poquito. 


Pero antes de continuar contarles sobre la foto que está en pantalla y nombrar a quienes allí figuran, de izquierda a derecha: Pietro Morelli, Mario Mendiondo, Osvaldo Ceci, Hugo Llera, Manuel Montes y Pedro Caballero. La foto fue tomada en 2006, durante la presentación del documental “Nadie se despide en White”.  Todos, trabajadores ferroviarios que, en los inicios de la historia del museo FW, allá por el 2004, fueron piezas claves en la recuperación de objetos, documentos, fotografías y herramientas de la historia del ferrocarril en BB y la región. Lo hicieron en el contexto de la privatización de la empresa estatal Ferrocarriles Argentinos, a comienzos de los años ‘90, con la intención de que sus experiencias e historias no pasen al olvido; las piezas recuperadas conforman la colección que se cuida y exhibe en el museo. A la vez, la necesidad de comprender el patrimonio que recibíamos, nos llevó a preguntarles: ¿qué eran esas herramientas, cómo se usaban, cómo era un día en el taller? Y de activar la memoria a partir del hacer concreto: como un libro, una balsa, una obra de teatro, una maqueta, un encuentro con un grupo escolar… 

Como imaginarán el vínculo a partir del trabajo comunitario ha sido imprescindible, natural para rearmar, para conocer y dar cuenta de la historia y memoria del trabajo en el ferrocarril, el puerto y las usinas. Pensamos que los museos tienen que ver con la vida, como dice el museólogo social de Brasil Mario Chagas, “con el juego de la vida” porque son las personas y las comunidades que lo habitan las que marcan los rumbos. En este sentido, el relato que sigue se relaciona con una segunda etapa de la historia de FW, con una comunidad emergente cuya conformación la vemos relacionada con la recuperación de un espacio dentro de la ex usina Gral. San Martín, donde se relocalizó el taller Prende. 

Pero andábamos siguiendo a Ramón y quiere salir rápido, a él lo que más le gusta es el parque que tenemos así que salgamos del museo. Nos metemos en un jardín con enormes canteros repletos de rosales y malvones, barba de chivo, aguaribays, palmeras, palomas, benteveos, calandrias, horneros, chimangos, hormigas y avispas.


Ubicado ahí, exactamente enfrente del museo, detrás de ese parque, unidos por vías, y con una playita como patio lateral, está el castillo, la vieja usina Gral. San Martín que por más de 50 años dio energía a la ciudad y la región. 

En esa usina es donde habita el PRENDE. Acá es hasta dónde Ramón quería llegar para echarse un rato. 

¿QUÉ ES EL PRENDE? 

Para empezar podemos contarles que deviene de un pequeño taller de serigrafía que en el 2008 destinamos a producciones institucionales. 

Poco después fue un espacio de capacitación en el oficio para un grupo de adolescentes y, como los proyectos del museo se modifican, cambian según las vidas de las personas que lo habitamos, en el año 2015 comenzó un nuevo proceso de trabajo comunitario, relacionado con la recuperación de una de las áreas del castillo, sala de los transformadores, 300 m cuadrados que llamamos PRENDE.

Es ahí donde conseguimos abrir y potenciar aquella idea inicial del pequeño taller de serigrafía. PRENDE es el nombre de todos los talleres y también es el nombre del espacio físico en el que suceden. Es un espacio de trabajo compartido siempre y de encuentro, que construimos diariamente con lxs vecinxs de los barrios cercanos al museo, es por eso que se hace tan difícil estar acá sin Gisela, Graciela, Male, Caro, la Titi, Estelita, Cartucho, Ariel, Isa, Gaby, Bele, lxs Ortega, lxs Turina, Martín, Lara y así podemos seguir... El PRENDE somos con ellxs.



Volviendo a Mario Chagas “Los museos son eso, más aquello, más otra cosa y otra y otra. Están definidos por lo múltiple, por formas múltiples”. Definirlo se hace muy complejo porque es un espacio abarcador de muchísimas acciones y en el que los vínculos y los intereses se profundizan, complejizan y se ramifican como un rizoma, armando un tejido que nos sostiene, nos abriga y nos permite pensar que ese espacio es el lugar de lo posible y de lo que puede salirnos no tan bien. 

En el PRENDE circulan desde la propuesta de talleres que el museo ofrece a la comunidad en forma gratuita, talleres de serigrafía, moldería y costura, exploraciones plásticas para chicxs, imprenta tipográfica, huertas familiares, jornadas de distribución de verduras, capacitaciones en conservas, lombricultura, cultivo de plantas aromáticas, hasta cría de gallinitas ponedoras, jornadas de producción de salsas de tomate, organización de bingos, venta de empanadas, tallarinada con lxs vecinos, elaboración de repelentes, ungüentos y aceites naturales para la salud, fábrica de macetas y baldosas de diseño, construcción de horno y estufas de barro, cajones de cultivo y estanterías para el taller, propuestas para las infancias en vacaciones de invierno, viajes de intercambio con otros barrios, junto con un montón de otras cosas. 



El PRENDE es una apuesta de Ferrowhite, un proyecto del museo, que allá por el 2015 decidió, simbólicamente y no tanto, abrir la puerta, nada más y nada menos que del castillo, para que el barrio pase, entre, se quede y salga, siguiendo su propio ritmo. 

Fue una clara demostración de deseo y confianza y por esos caminos creemos que seguimos andando.