miércoles, 2 de diciembre de 2020

TELECANSANCIO


Entre las transformaciones más importantes que las medidas de aislamiento nos dejan está el crecimiento del ‘teletrabajo’. Bajo esta modalidad, lxs trabajadorxs realizan sus tareas con las herramientas de la informática y la comunicación, sin necesidad de tener que presentarse físicamente en el lugar de labor.

El sistema de cumplimiento de una jornada de horas establecida, con controles de ingresos y salidas, está siendo desplazado por otro en el que el interés está puesto en los objetivos y los resultados alcanzados. En busca de una mayor productividad, la modalidad se venía aplicando en rubros como las finanzas y la administración; pero con la pandemia esta tendencia se aceleró y se extendió a otras áreas, como la cultura y la educación.

Durante meses la actividad del propio museo sucedió también en el espacio virtual. Como les pasó a tantxs otrxs, repentinamente, tuvimos que probar nuevas formas de encontrarnos y adaptar, desde casa, las propuestas de los talleres y las visitas educativas a grupos de whatsapp y plataformas de videoconferencia.

En este episodio de "Larga distancia", Jorge, Verónica y Oscar nos hablan acerca de cómo el confinamiento modificó el vínculo con sus hogares. Sus testimonios dan cuenta de lo complejo que es separar las jornadas de trabajo de los momentos de disfrute y descanso, a la vez que evidencia la habitual superposición de actividades en un mismo espacio. ¿Cómo equilibrar el trabajo pago con la contención afectiva, la atención de la escuela, la limpieza de la casa, y tantas otras tareas?

Desde cualquier sector, la pandemia obligó a experimentar nuevas modalidades de trabajo, algunas impuestas y otras buscadas, sobre todo por quienes trabajan en forma autónoma. No obstante, las desigualdades sociales también se han acelerado (y a escala global) a causa del aumento del desempleo, las suspensiones y el congelamiento o la reducción de salarios. El ahorro de las empresas en alquileres, mantenimiento, transporte y servicios traslada los costos de producción a lxs trabajadorxs, ampliando aún más la brecha social.

Con bastantes resistencias por parte del sector privado –en particular por las cámaras empresarias–, la Ley del Teletrabajo sancionada en Argentina hace algunos meses, contempla el derecho a ‘la desconexión’, la compatibilidad de horarios con las tareas de cuidado y la compensación económica por mayores gastos de conectividad, regulaciones que, si bien buscan proteger derechos, se ejecutarán recién en la etapa de la pospandemia.

No sabemos cuándo será el momento, pero estamos segurxs de que el retorno a un estado de cosas previo resultará difícil. Entre tanto, conocemos las experiencias de un trabajador contratado del C.G.P.B.B, de una educadora en museos y de un docente, que reflexionan sobre aspectos de la “nueva normalidad” laboral. Con sus ventajas y desventajas, ¿El teletrabajo habrá llegado para quedarse?


Julieta Ortiz de Rosas

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