jueves, 20 de marzo de 2025

EL PASADO EN PRIMICIA: LAS INUNDACIONES EN BAHÍA BLANCA


El 25 y 26 de marzo de 1884, justo un mes antes de la llegada del tren, Bahía Blanca se inunda. Estevan Ricard, un ingeniero francés al servicio de la empresa de capitales británicos Ferrocarril Sud, propone una solución al problema.

Eventuales, imprevisibles, otras grandes tormentas ocurrieron desde entonces. A pesar de ello, el canal que imaginó Ricard tardaría 67 años en realizarse y, tras su inauguración, 74 en desbordarse a causa de lluvias de una intensidad sin registro. Entre tanto, proyectos como la construcción de un dique a la altura del puente Canessa continúan pendientes.

Tratar de entender lo que pasó el último 7 de marzo nos obliga a pensar el espacio en términos históricos. A considerar que eso que llamamos Bahía Blanca es el resultado de un proceso marcado no sólo por sus límites “físicos” -el Napostá, el Maldonado, el cangrejal-, sino también por estructuras que, subestimando muchas veces las dinámicas del agua, fueron construidas con el fin orientar el crecimiento urbano y ordenar el tránsito de las personas, de los bienes y, en particular, de las cosechas. Obras como el entubado del arroyo Napostá, realizado entre 1980 y 1981, o el triple cinturón de terraplenes, primero ferroviarios, luego carreteros, establecido por el capital inglés y por las distintas jurisdicciones del Estado argentino, en función de ese desarrollo agroexportador que daba inicio en nuestra zona allá por los años ochenta del siglo XIX.

El pasado en primicia / 3: https://drive.google.com/file/d/1Zhi1fL6_tjT1ZVCbduZvulXJvp5UmNNp/view