miércoles, 28 de mayo de 2014

LO DECIMOS ROCKEANDO

El próximo domingo 1° de junio, a las 17 hs., Sarita Cappelletti presenta en La Casa del Espía a Facundo Braidich, la más joven promesa del taller de canto de la Asociación La Siempre Verde, quien le cambia la cara y el ritmo al ciclo "¿Lo decimos cantando?".



Corazón rockero

Facundo es el más pibe del taller de canto de la Siempre Verde. Con sólo 16 años, se anima a rockear este domingo en La Casa del Espía.

Cuando le preguntamos cómo empezó a interesarse por la música, Facundo nos cuenta sobre su abuela Bety, quien era pianista aunque nunca había ejercido la profesión:  

“Si no hubiese conocido a mi abuela Bety, prácticamente no me hubiera introducido en la música. Ella era profesora de música y tenía un piano en el comedor, yo siempre iba y lo tenía cerrado con llave, ahí salió lo de cuidar las cosas, me pedía que me lavara las manos para tocarlo y recién ahí, lo abría y yo tocaba cualquier cosa, tocaba notas como un nene chiquito. Un día me escuchó cantando y me dijo ‘vamos a practicar con el piano’ y ahí empecé a cantar con ella. Siempre después de comer nos poníamos a cantar, cantábamos boleros como ‘Para mí no más’ y ‘Cosas de la vida’, que eran de músicos que le gustaban a ella”.

Poco después, Facundo empezó a cantar en el coro del colegio, aunque todavía no cumplía con el mínimo de edad exigido para entrar en el grupo.

“Me acuerdo que estábamos en clase y el profesor me dijo, así de la nada, 'Braidich, quédese en el recreo' y yo le decía 'pero si yo no hice nada', me quedé y ahí me comentó que el maestro del coro me quería en el grupo”.

Sweet child o` mine

Con el paso de los años, Facundo fue dejando de lado el repertorio aprendido en los actos escolares y encontró en los Guns N’ Roses la semilla de su locura por el rock:

“No me acuerdo lo que yo escuchaba ni que tuviera a alguien de referente hasta 5° grado de la escuela. En ese tiempo había una melodía que me sonaba en la cabeza, la había escuchado en algún lugar, y viste cuando escuchás una canción y no sabes cómo se llama y tratás de averiguarlo, pero no lo encontraba. Y un día, a la salida de la escuela escucho a un compañero escuchando esa canción y le pregunto cómo se llama y me dice ‘Sweet child o' mine’ de Guns N’ Roses y ahí, es como que se destapó la olla y empecé a buscar canciones sobre los Guns y me empecé a meter a full con el rock”.

Actualmente es el cantante y segundo guitarrista de ‘Palo Verde’, la banda que el año pasado obtuvo el primer puesto en el certamen “Rock en la escuela”. El premio fue la grabación de su primer disco, en el que comenzarán a trabajar en breve:

“Con Palo Verde fuimos tirándonos a un rock más pesado, tipo hard rock, es un intermedio entre rock nacional y metal. Al principio hacíamos covers, pero el año pasado nos largamos a hacer temas propios; pasó que nos anotamos en el concurso ‘Rock en la escuela’ y, obviamente, te dan más puntaje si hacés temas propios. A Palo Verde lo veo como un ‘todos los días aprender algo’, por más que pienses que para el siguiente show tenés todo preparado, no, siempre hay algo nuevo para hacer”.

Comer del arte

Facundo apuesta a hacer de la música el centro de su vida y nos aclara por qué:

“Yo quiero vivir de la música, no quiero hacerlo como una actividad más. En Bahía pasa mucho esto de ‘tocar de onda’ y no comparto que se desprecie el arte como un trabajo. Tenés que dedicarle el mayor tiempo que puedas, si lo hacés como hobbie es difícil que progreses. La música es como un trabajo más por más sea difícil tocar todos los fines de semana y poder cobrar algo razonable. Veo a la música como un trabajo como cualquiera, yo me voy a dedicar a la música pase lo que pase”.

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