Hoy es el Día Internacional de los Museos, cuyo tema de este año propone, en favor de la "diversidad" y de la "inclusión": "museos por la igualdad". Aunque la igualdad, claro, no es cuestión de un sólo día, sino un principio y a la vez un horizonte para la acción que atraviesa siglos de historia política, una idea poderosa que acá, pisando las calles del Saladero y el Bulevar, resulta, antes que nada, una tarea pendiente.
Un museo para la igualdad tal vez sea un espacio dedicado a denunciar los mecanismos que convierten a las múltiples formas de la desigualdad en un hecho sistémico, comenzando por los propios criterios jerárquicos que llevan a los museos a sancionar qué cosas se consideran valiosas, dignas de ser exhibidas y conservadas, y cuáles no.
O puede que, de manera menos radical pero igual de ambiciosa, un museo comprometido con la igualdad sea aquel capaz de expresar lo que tenemos en común, en tiempos de individualismo viral, para así fortalecer los lazos solidarios que cimentan la supuesta condición de posibilidad de una distribución más equitativa de los distintos tipos de riqueza.
Pero todo esto suena demasiado general, demasiado abstracto, demasiado alejado de nuestras modestas chances para hacer de esta una vida menos injusta. Acá la noticia de este Día Internacional de los Museos es que sobre el suelo salitroso de unos cuantos patios, a metros de silos repletos de soja transgénica, brotaron, desfachatadas, las lechugas. Y que para que eso suceda Lorena, Melisa, Mateo, Fiore, Thiara, Mabel, Cami, Teo, Emily, Luana, Jaz, Erika y Karen prepararon plantines en maples de huevo; Miguel, Nahiara, Gisella, Beto, Ale, Sole, Mailén, Emi, Marita, Priscilla, Dylan y Martina armaron almácigos con cajones de pescado; Yesi, Susana, Analía, Bea, Pao, Bianca, Male, Anita, Juli y Katty abrieron surcos en la tierra; y todxs nos pusimos a probar con un saber y un hacer que nadie conocía de antemano. Capaz que es eso: las semillas de la siempre improbable igualdad prenden ahí donde somos capaces de compartir esta potencia.
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