domingo, 22 de julio de 2018
LA CIENCIA INEXACTA
Y otra vez ¡Se armó!, aunque no sabríamos decírles exactamente cómo, de qué manera se combina esto con aquello para que una tarde de vacaciones de invierno salga tan linda como la de recién. Lo cierto es que no habría museo sin esa legión de curiosos que peregrinan hasta este lugar para compartir, a prueba y error, la ciencia inexacta de pasarla bien.
miércoles, 18 de julio de 2018
domingo, 15 de julio de 2018
SE ARMÓ
¿Delantal o mameluco? ¿Tenaza o smartphone? ¿Borcego o alpargata? En estas vacaciones de invierno, rompé el molde y vení a fabricar la imagen de las trabajadoras y los trabajadores del futuro.
jueves, 12 de julio de 2018
UNA FLOR EN EL OJAL
En el museo, hace un rato, ordenando documentos provenientes de la Estación Bahía Blanca Sud referidos a complejas cuestiones de tráfico, a la circulación de vagones cargados de cereal desde las estaciones de la línea al puerto, y al funcionamiento de las oficinas ferroviarias a principios del siglo XX, acabamos de encontrar, suelta, esta nota fechada el 20 de noviembre de 1917.
No logramos descifrar los nombres del destinatario ni del remitente, y tampoco el de la flor en cuestión (aunque intuímos que se trata de claveles):
Of/Control, 20-11-17
Dear Mr. ....
Very many thanks for the $20.00 for raffle tickets.
The next Saturday, if I cannot get down, I send you down some flowers, so just wait on the Encargado Saturday morning. I think I will be able to send you some red *clovelys* out of my garden just do for button holes, matter of fact I wear one every morning up to office.
Best wishes again thanking you
En apurada traducción:
Of/Control, 20-11-17
Estimado Sr. ....
Muchas gracias por los $20.00 de la rifa. El sábado que viene, si no puedo ir, le voy a mandar algunas flores, así que espere al Encargado el sábado a la mañana. Creo que voy a poder enviarle algunos *¿claveles?* rojos de mi jardín, perfectos para llevar en el ojal, yo llevo uno, cada mañana cuando voy a la oficina.
Mis mejores deseos agradeciéndole
No logramos descifrar los nombres del destinatario ni del remitente, y tampoco el de la flor en cuestión (aunque intuímos que se trata de claveles):
Of/Control, 20-11-17
Dear Mr. ....
Very many thanks for the $20.00 for raffle tickets.
The next Saturday, if I cannot get down, I send you down some flowers, so just wait on the Encargado Saturday morning. I think I will be able to send you some red *clovelys* out of my garden just do for button holes, matter of fact I wear one every morning up to office.
Best wishes again thanking you
En apurada traducción:
Of/Control, 20-11-17
Estimado Sr. ....
Muchas gracias por los $20.00 de la rifa. El sábado que viene, si no puedo ir, le voy a mandar algunas flores, así que espere al Encargado el sábado a la mañana. Creo que voy a poder enviarle algunos *¿claveles?* rojos de mi jardín, perfectos para llevar en el ojal, yo llevo uno, cada mañana cuando voy a la oficina.
Mis mejores deseos agradeciéndole
martes, 10 de julio de 2018
ARTE EN TERRITORIO
El Centro Cultural Haroldo Conti de la ciudad de Buenos Aires nos invitó a participar de la muestra "Arte en territorio". Así que nos pusimos a pensar cómo contar a través de un objeto el lugar en el que vivimos. A continuación algunos apuntes de trabajo.
En el último tiempo nuestro compañero Guillermo Beluzo viene recogiendo de la calle tubos de cartón que alguna vez fueron corazón de bobinas de tela, papel o plástico. Como ven, ya juntó unos cuantos:
Entre esos tubos y nuestro entorno existe una relación morfológica. En este museo vivimos rodeados de inmensos cilindros. Muchos de ellos están llenos de grano. Buena parte de la producción agropecuaria del sur de la provincia de Buenos Aires se acumula a nuestro alrededor en grandes plantas de silos, desde donde embarca hacia destinos remotos.
Ese enorme caudal de riqueza casi no nos toca. Es tan perfecto el ducto extractivista que la riqueza fuga "como un tubo". A más de un vecino no le queda otra que juntar de la ruta unos pocos porotos, caídos por descuido de la caja de algún camión: https://vimeo.com/28378246
Con los tubos de cartón, en el museo fabricamos este banquito:
Sobre ese banquito, compuesto por una intersección de círculos que evoca a la teoría matemática de conjuntos, se sientan los pibxs del taller Prende que este año, también con tubos, están construyendo unos caleidoscopios que atrapan, en su juego de espejos, pequeños fragmentos de nuestro territorio: pinzas de cangrejo, pellets de polietileno, porotos de soja cuyo reflejo se multiplica al infinito.
Ahora pensamos que estos tubos en amalgama pueden funcionar como célula básica para una instalación en el Conti. Tubos convertidos en bancos para armar una ronda. Bancos que reunidos forman, a su vez, un escenario. O que apilados componen una escultura. (¿Una escultura que es peana?). Tubos para apoyar el culo pero también la oreja. Tubos que, como los de un órgano de iglesia, dejan escapar sonidos. La voz de los pibxs, el rún rún de las tolvas, el rumor del mar. Tubos que viajan a la ex Esma llenos de cereal, de urea o de caramelos. Chimeneas de las que sale humito. Tubos donde, hechos un rollo, guardar dibujos o planos ultrasecretos. Tubos en los que (¡a ver si te animás!) meter la mano, para llevarte o, quien sabe, dejar algo. Infraestructura elemental para intercambios imprevistos.
En resumen: estamos pensando en construir un artefacto flexible, monomaterial, que, partiendo de una forma modular, se preste a diferentes usos y configuraciones, metáfora, tal vez, de la comunidad como juego de conjuntos, pero también del modelo neoextractivista y sus asimetrías. No es una idea redonda (sino cilíndrica), pero vale la pena buscarle la vuelta.
En el último tiempo nuestro compañero Guillermo Beluzo viene recogiendo de la calle tubos de cartón que alguna vez fueron corazón de bobinas de tela, papel o plástico. Como ven, ya juntó unos cuantos:
Entre esos tubos y nuestro entorno existe una relación morfológica. En este museo vivimos rodeados de inmensos cilindros. Muchos de ellos están llenos de grano. Buena parte de la producción agropecuaria del sur de la provincia de Buenos Aires se acumula a nuestro alrededor en grandes plantas de silos, desde donde embarca hacia destinos remotos.
Ese enorme caudal de riqueza casi no nos toca. Es tan perfecto el ducto extractivista que la riqueza fuga "como un tubo". A más de un vecino no le queda otra que juntar de la ruta unos pocos porotos, caídos por descuido de la caja de algún camión: https://vimeo.com/28378246
Con los tubos de cartón, en el museo fabricamos este banquito:
Sobre ese banquito, compuesto por una intersección de círculos que evoca a la teoría matemática de conjuntos, se sientan los pibxs del taller Prende que este año, también con tubos, están construyendo unos caleidoscopios que atrapan, en su juego de espejos, pequeños fragmentos de nuestro territorio: pinzas de cangrejo, pellets de polietileno, porotos de soja cuyo reflejo se multiplica al infinito.
Ahora pensamos que estos tubos en amalgama pueden funcionar como célula básica para una instalación en el Conti. Tubos convertidos en bancos para armar una ronda. Bancos que reunidos forman, a su vez, un escenario. O que apilados componen una escultura. (¿Una escultura que es peana?). Tubos para apoyar el culo pero también la oreja. Tubos que, como los de un órgano de iglesia, dejan escapar sonidos. La voz de los pibxs, el rún rún de las tolvas, el rumor del mar. Tubos que viajan a la ex Esma llenos de cereal, de urea o de caramelos. Chimeneas de las que sale humito. Tubos donde, hechos un rollo, guardar dibujos o planos ultrasecretos. Tubos en los que (¡a ver si te animás!) meter la mano, para llevarte o, quien sabe, dejar algo. Infraestructura elemental para intercambios imprevistos.
En resumen: estamos pensando en construir un artefacto flexible, monomaterial, que, partiendo de una forma modular, se preste a diferentes usos y configuraciones, metáfora, tal vez, de la comunidad como juego de conjuntos, pero también del modelo neoextractivista y sus asimetrías. No es una idea redonda (sino cilíndrica), pero vale la pena buscarle la vuelta.
viernes, 6 de julio de 2018
VOLVEMOS A LA ISLA
El proyecto “Isla invisible” busca generar nuevas maneras de relacionarnos con un espacio sobre el que conocemos poco y nada. Las islas del estuario no son invisibles pero han sido invisibilizadas a lo largo de la historia de una ciudad que parece vivir de espaldas a ellas. La intención es propiciar el encuentro en el lugar entre personas de diversos campos del saber, cuya labor acerque este paisaje a un público más amplio, reforzando el valor ecológico y cultural de las islas.
Consultá las bases en https://islainvisible.wordpress.com/convocatoria/
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