lunes, 27 de marzo de 2017

HACER LUGAR


En un museo la historia es cuestión de espacio. Pero hacer lugar para la “doble manía” de conservar ciertas cosas y organizarlas de cierta manera requiere, a su vez, tiempo. Tres meses tardamos en fabricar la estantería que hoy terminamos de instalar en nuestro taller ‘Prende’. El artefacto mide siete metros de largo por casi tres de alto, repartidos en tres módulos que suman a la tarea del museo cincuenta fornidos estantes. Hacer lugar es un ejercicio físico, pero también intelectual: medir, dibujar, marcar, cortar, calar, martillar, serruchar, encolar, limar, laquear, lijar o atornillar resultan operaciones de primer orden museográfico. La nueva estantería se alza sobre el esqueleto de un viejo mueble ferroviario. En su construcción ensamblamos materiales de distintas épocas, montantes de pinotea y tablas de fenólico reunidos para mantener en pie a esta institución del Estado. Es costumbre concebir al museo como aquel espacio “en el que todos los tiempos se acumulan fuera del tiempo”. Acá nos gusta imaginar, en cambio, que en su demora laboriosa, un museo puede llegar a ser útil para ensanchar nuestra experiencia del tiempo vivido, para hacer de esa experiencia algo distinto al puro apuro que solemos confundir con el presente o asumir, resignados, como la insuperable condición de nuestra época.






viernes, 17 de marzo de 2017

CUERPO DE LETRA



Ayer vino de visita Hugo Andragnez. Llegó con una caja llena de letras. Cuarenta caracteres corpóreos, modelados en una aleación de cobre y zinc. Desplegándolos sobre el piso del museo, Hugo arma de memoria un nombre:

COOPERATIVA PESQUERA Ind. y Com. WHITENSE Ltda.

Así decían estas letras de latón, amuradas a la fachada del edificio que los pescadores ocuparon durante décadas en la esquina de Brown y Siches. Fundada en 1943, la ‘Cooperativa Pesquera Industrial y Comercial Whitense Limitada’ cerró hace rato, pero Hugo, que fue uno de sus socios, no se resigna a ver como desaparece ese nombre junto con todo lo demás. Estas letras que nos entrega como lo más propio, resultan para él tan valiosas justamente porque no son sólo suyas. No representan una pertenencia personal sino el mundo al que su persona pertenece. Nombran su suerte y, a la vez, la de muchos. Las épocas de prosperidad y crisis de un oficio. Los lazos de solidaridad, pero también los conflictos, que forjaron un modo de entender el trabajo colectivo a lo largo de innumerables jornadas en el mar.

martes, 14 de marzo de 2017

NO ESTAMOS A LA SOMBRA

El miércoles 8 volvimos a salir a la calle. Con La Manifiesta y una mesa de serigrafía portátil nos fuimos a la Plaza Rivadavia para participar del Paro Internacional de Mujeres.
 

Cuando pensamos en la historia de este puerto, solemos evocar un mundo de varones. Hablamos de los maquinistas de locomotoras, los estibadores de bolsas, los mecánicos de los talleres ferroviarios y los pescadores artesanales. Pero ¿acaso no hay historias de trabajadoras en Ingeniero White?

La riqueza que aquí se produjo, o que por aquí circuló, fue también posible por la explotación de bolseras, peladoras de camarones y prostitutas y, a su vez, por la labor de las que se ocuparon, sin percibir una remuneración a cambio, de las tareas del hogar y del cuidado de los  hijxs mientras aquellos varones salían a trabajar. El capitalismo profundizó las estructuras patriarcales, devaluando nuestros salarios en comparación con el de los hombres y responsabilizándonos de las tareas de cuidado que aseguran la reproducción de la vida y garantizan la producción de los bienes y servicios en la sociedad. Las mujeres sufrimos así una doble explotación por el trabajo no remunerado que hacemos en la casa. Casi 9 de cada 10 mujeres participan en actividades del hogar, mientras que sólo 5 de cada 10 varones lo hacen. El cuidado de lxs hijxs tiene que ser una tarea social porque terminamos explotando a otras mujeres. Revalorizar, redistribuir y sociabilizar las tareas de cuidado es un gran paso para garantizar sociedades más justas.


A medida que íbamos ordenando estas ideas, a Malena y a Silvia se les ocurrió invitar a las mamás de lxs pibxs del taller Prende a compartir un mate y conversar sobre estos temas. Así nos dimos un tiempo para escucharnos y conocer por qué el 8 de marzo es el Día de la Mujer Trabajadora y por qué a medida que pasa el tiempo la efeméride va tomando un sentido más político (¡este 8 de marzo, no quiero flores ni bombones, quiero derechos!). Al mismo tiempo, analizamos la fecha desde la propia experiencia: cómo la vivía cada una, si era un día importante en el calendario y de ser así, de qué manera lo celebrábamos. Escuchamos la editorial #Yo me hago cargo del escritor Andrés Casciari para reflexionar sobre cómo se reproducen los estereotipos de género en la infancia y al interior de las familias, con la intención de animarnos a hablar del tema y compararlo con nuestras realidades. Así se nos pasó la mañana conversando sobre problemas con lo que convivimos por nuestra condición de mujeres como la falta de apoyo de la Justicia en situaciones de violencia o las malas condiciones laborales. Muchas de las que allí estábamos tenemos, por ejemplo, trabajos no registrados.

También se escucharon voces que no hicieron tanto hincapié en los problemas pendientes de esta sociedad patriarcal, si no, por ejemplo, en la fuerza que nos caracteriza y en la importancia de ser solidarias entre nosotras. Fue así como Yesica dijo: “chicas: tranquilas, no estemos tan pendientes de los varones, que nosotras no estamos a la sombra de ellos”. El final de la frase nos impactó. “No estamos a la sombra” era una buena consigna. Así que decidimos multiplicarla. La revelamos en un shablón y, al otro día, volvimos a juntarnos para para fabricar las 75 pecheras que llevamos a la plaza.




La tarde del 8 de marzo diluvió en Bahía Blanca y, lamentablemente, las calles inundadas del Boulevard impidieron que muchas vecinas pudieran acercarse a la plaza. Pero así y todo, guarecidas en el ingreso a la Municipalidad, invitamos a imprimir pecheras que muchas otras mujeres se llevaron puestas. Y cuando la tormenta cesó, con locomotora y manifiestos, marchamos juntas.


Organizaciones feministas, partidos, sindicatos, colectivos de artistas, centros de estudiantes, cooperativas recuperadas y manifestantes autoconvocadxs se movilizaron por las calles bahienses para apoyar la lucha de las mujeres. Una cuadra y media llena de banderas, tambores, pancartas, paraguas, carteles hechos en casa y fotos de Micaela Ortega y Katy Moscoso demostraron la preparación para ese día. Las numerosas causas de la huelga internacional fueron plasmadas en un documento que las organizadoras leyeron en las escalinatas del palacio municipal. Entre ellas figuraban la desaparición del trabajo precarizado y de la brecha salarial que hoy en Argentina llega a un 27%; el rechazo a la violencia simbólica que ejercen los medios de comunicación a través de la cristalización de los estereotipos de género; y la denuncia a la violencia machista que produce muertes por abortos clandestinos, desaparecidas por el negocio de la trata y femicidios, mujeres asesinadas por el sólo hecho de serlo.


El movimiento de mujeres está avanzando sin pausa pero con prisa, al punto de organizarse en más de 40 países bajo la consigna “si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”. ¿Por qué un museo participa de un paro de mujeres? Como museo creemos que nuestra tarea no transcurre solamente puertas adentro sino que también se construye afuera, junto con otrxs. La ocasión nos permitió ponernos en sintonía con lo que estaba pasando en la ciudad y en otros lugares del mundo y, a la vez, consolidar el trabajo cotidiano con las familias del Prende.

 


* Se agradecen los aportes de María Julia Eliosoff y Analía Bernardi. 

jueves, 9 de marzo de 2017

MANIFIESTAS


Amas de casa, maestras, cocineras,
médicas, bolseras, ingenieras,
domésticas, coperas, costureras,
peladoras, prostitutas, peluqueras,
museólogas, enfermeras, fileteras...

El puerto de Ingeniero White no es sólo un lugar de hombres.

Como las obreras textiles de Nueva York hace 109 años,
estamos acá para exigir salarios y condiciones de labor dignas,
para demandar que las tareas del hogar y el cuidado de los niñxs
sean un trabajo compartido, y para defender la libertad de nuestros cuerpos.

Como dice nuestra compañera Yesica:
"No estamos a la sombra".

Si nosotras paramos
¿Quién para la olla?






lunes, 6 de marzo de 2017

MUJERES EN MARCHA

En este museo las mujeres estamos en marcha.



Así lo cuenta Yesica en su muro de Facebook:

Hola familia y amigos / conocidos...
El día 8 de Marzo se realizará una marcha por el DIA DE LA MUJER en la plaza Rivadavia. Nosotros estaremos participando con el grupo de mujeres del Museo Ferrowhite y el taller "PRENDE", que les comento es un taller de serigrafía al cual concurrimos mamas y hijos y trabajamos en familia.
La marcha consiste en muchos puntos de vista hacia la valoración de la palabra "MUJER", no solo la mujer sufre de violencia de genero también sufre angustias laborales y lucha para ser cada día mejor persona y ser aceptada como es. Espero les llegue mi mensaje y podamos acompañarnos y acompañar a quienes realmente necesitan de nuestra presencia y apoyo.
El grupo del taller "PRENDE" acompañado por las mujeres del museo tendremos un estand en la plaza Rivadavia a partir de las 17:00 hs para mostrar nuestro trabajo imprimiendo frases que con charlas y mates fuimos sacando de cada una de nosotras y cada experiencia vivida.
saludos y gracias...
yesica

miércoles, 1 de marzo de 2017

ABRAZO

Un saludo a los ferroviarios en su día, de parte de todos los que abrazamos al tren.





Las fotos de esta entrada fueron tomadas por Renzo Luna Chima.