Este domingo tiene turno en la peluquería del museo Monserrat “Tata” Gayone, quien compartirá con nosotros su experiencia como docente, militante y delegada del SUTEBA.
Tata trabajó en la Escuela 21 del Bulevar y en la Escuela 70 de Loma Paraguaya, barrio en el que vivió durante 20 años. Actualmente es maestra de la Escuela especial 510, ubicada “al otro lado de la Avenida Colón”, en Roca y Pacífico.
Pero Tata no quiere limitar su participación en la peluquería al relato de una serie de anécdotas personales. Su fe docente y su razón militante la llevan a intentar poner las cosas en contexto:
“Así como el museo presenta lo que fue el trabajo ferroviario en el tiempo, para hablar de educación me parece que de alguna manera hay que dar como un pantallazo… con un formato teatral o lo que quieran… Yo hablaré como pueda, pero de lo que era el país y el modelo de país y de lo que es la educación, de esa relación; reforma educativa y reforma del Estado, que no son cosas distintas.”
La tesis a discutir, a contrastar con el presente y la realidad inmediata, sería esta: en Argentina, la instrumentación de la reforma educativa en la década de los ´90 coincidió con la aplicación de un nuevo modelo económico. Del mismo modo en que se modificaron el sistema productivo y las formas de organización del trabajo, se transformó la educación: privatización de lo público, descentralización de responsabilidades, repliegue del Estado y mayor intervención privada, precarización laboral, injerencia de organismos internacionales... Incluso, por esos tiempos, la educación se comenzó a definir a través de un conjunto de términos economicistas como calidad educativa, financiamiento, gestión, oferta educativa.
¿Cómo eran las cosas antes? ¿Cambió el panorama a partir de la debacle del 2001? ¿Qué tienen que ver con este “cambio de paradigma” la actual instrumentación en las escuelas públicas de programas educativos fomentados, y en muchos casos también diseñados, por empresas transnacionales como Solvay, Dow, Vale u organismos como el Consorcio de Gestión del Puerto, la Bolsa de Cereales o la AIQBB?
A propósito, nuestra amiga Natalia Burgardt, la “profe de química”, se llevó para corregir, y ojo que es severa, la tarea de esos adorables charletas que diseñan algunos de los materiales con los que se trabaja en las escuelas de la ciudad. El domingo, las notas en rojo.
Y si después de todo esto, cuando faltan 5 minutos para el próximo recreo, alguien distraído todavía se pregunta qué tiene que ver el trabajo ferroviario con el oficio de maestro, Tata dispara:
“Seguramente que trabajamos en las escuelas parecido a FerroExpreso Pampeano, con el toyotismo (…); la descentralización educativa es como el toyotismo.”
2 comentarios:
Excelente idea la de invitar a Tata, y a las personas "vivas e inquietas" que protagonizan hoy y son parte de la historia de la ciudad.
Gracias, Mónica. ¡Te esperamos mañana!
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