Sí señores, hasta el mismísimo Arthur Coleman, representante máximo del ferrocarril inglés por estos pagos, banca esta iniciativa (¡justo él!), y en prueba de ello, nos envía desde el más allá estas primorosas medallas para que con ellas sea premiado el esfuerzo de un montón de gente dispuesta a no dejar de pasarla bomba.
Diario El Atlántico, 7 de febrero de 1932. [Otro alarde de filología ferroviaria del Sr. Héctor Guerreiro].
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