Abril de 1976. El galpón está en manos de los militares. Como tienen que sacar rápido una cierta cantidad de máquinas, ordenan a dos mecánicos hacerse cargo de la limpieza del tablero de una locomotora, y como hay apuro, el trabajo se hace con la máquina encendida no más: Ruiz comienza a pasar solvente, se prende fuego, Padellaro se acerca, Ruiz en la desesperación lo abraza, los dos en llamas se lanzan a la fosa contigua, en la que hay grasa y combustible.
Ruiz muere casi de inmediato, Padellaro alcanza a llegar, en un avión de la marina, al Hospital del Quemado en Buenos Aires, conversa todavía con su mujer y sus hijas, y muere recién dos días despues, el 13 de abril, con 49 años.
Siguiendo con una tradición ferroviaria, dos años después, una de las hijas de Padellaro, Viviana, ingresa como secretaria en Talleres Bahía Blanca Noroeste.
Su esposa, Anita Muñoz de Padellaro conserva dos recortes de diario, uno de un diario de Viedma, el otro de La Nación. De La Nueva Provincia tiene, sí, el recorte con el Agradecimiento por las expresiones de condolencias recibidas.
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