Por Museos de Bahía
¿De qué maneras se organiza hoy la vida en común? En
Ferrowhite se hicieron esa pregunta y la búsqueda de una respuesta se sintetizó
en una palabra que es mucho más que eso: es un taller.
Prende es su nombre y, si miramos la repercusión y crecimiento
del proyecto que surgió allá por 2009, ha sido premonitorio. Porque primero fue
un taller de serigrafía destinado a adolescentes y jóvenes. Luego, la actividad
se extendió al trabajo con niñas y niños, y, seguidamente, se prendieron las
familias.
Hoy participan de esta experiencia alrededor de 170
personas, que producen desde remeras, delantales y bolsas para las compras,
hasta banquitos, baldosas y barriletes, y empanadas, pastelitos y salsa en
conserva.
En pandemia, el Prende trabaja mucho como sostén de
existencias y busca resolver cuestiones más urgentes para la comunidad: un
taller de confección textil, otro de construcción de hornos y estufas de barro,
una red de huertas domésticas, jornadas de jardinería y de construcción de
cajones de cultivo y la distribución periódica de verduras de producción local
a precio justo, son los proyectos que se hacen su lugar en este 2021.
“Nos gustaría decir que al taller le pusimos
"Prende" porque ahí brillamos, nos encendemos, somos un fuego pero,
ya saben, la vida no siempre resulta luminosa, así que, más a menudo, Prende se
llama Prende porque es ese lugar del que nos agarramos fuerte, como el botón a
la camisa o la liendre al pelo, tercos en la tarea de ser felices contra viento
y marea.”
Como nos cuentan desde el mismo museo, Prende es una fábrica
de lo cotidiano en la que se intenta el arduo ejercicio de construir de manera
colectiva. Hoy toca fabricar calor, abrigo y alimento. Y quien se acerca a ver
cómo lo hacen en Ferrowhite - museo taller, aprende.
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