sábado, 19 de mayo de 2018

COLGADOS DE UN HILO



El viernes pusimos en marcha nuestra propia oficina de telégrafos. Junto a lxs alumnxs y docentes del Colegio San Pedro de Fortín Mercedes, realizamos la primera comunicación telegráfica del proyecto "546 kilómetros", con el que nos proponemos conectar al museo taller con el Museo Estación Cultural Lucinda Larrosa de la localidad de Fernández Oro, en la provincia de Río Negro.

Idea del artista rosarino Federico Gloriani, el proyecto "546 kilómetros" invita a reflexionar sobre la evolución de los dispositivos de comunicación y el potencial poético -y puede que también crítico-, de los artefactos considerados obsoletos. Este año el Día Internacional de los Museos tuvo por lema: "museos hiperconectados". Cada señal que emite como un S.O.S el extraño aparato que armó Fede podría decodificarse así: "hiperconectados", es cierto, pero ¿A qué, entre quiénes y de qué manera?.

Ayer la conexión no fue con el Valle del Río Negro, sino con la ciudad de Rosario. Allí estaban Federico y su amigo Manuel Puentes. De este lado, nos daba una mano fundamental el maquinista Néstor Ibarra, que aprendió a transmitir en morse de la mano de su padre que era jefe de estación del Ferrocarril Nacional General Roca.

El telégrafo fue el primer medio que permitió a las personas comunicarse a distancia de manera casi instantánea. La gran red que hoy conecta a nuestras pantallas comenzó a tejerse con el humilde hilo telegráfico. Pero en el telégrafo, lo comprobamos con lxs chicxs ayer, la inmediatez está lejos de resultar transparente. Traducir cada palabra a puntos y rayas requiere de un esfuerzo considerable. El viejo y elemental telégrafo nos recuerda que si las comunicaciones son cada vez más simples, lo son en virtud de un orden técnico cada vez más complejo. Un orden que la mayoría de nosotros ha renunciado a comprender, en favor de una promesa de horizontalidad que encripta opacas jerarquías.
..-. . .-.. .. --.. -.. .- -- ..- ... . --- ...





No hay comentarios: