martes, 25 de octubre de 2011
¡QUÉ CARA CONOCIDA!
Ponéle que estás en este museo trabajando y notás que te quedaste sin papel, sin pintura, sin tal clase de tornillos. Ponéle que salís entonces por las calles de White en busca de eso que hace falta, y en el camino empezás a cruzarte con un montón de caras conocidas, tantas que te sorprende, de pronto, saludar a casi todos y que casi todos alcen la mano para decir "hola". Y ponéle que ese mismo día, o al otro, decidís, llevar una cámara encima y retratar al paso cada uno los rostros de esa pequeña multitud de la que, tardaste un poco en darte cuenta, también formás parte. Bueno, eso más o menos es lo que le pasó a nuestro compañero Rodolfo Díaz. El resultado, desde el próximo domingo 29, sobre las paredes de La Casa del Espía.
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