miércoles, 3 de febrero de 2021

NADA ES PARA SIEMPRE


En el archivo generamos la posibilidad de documentar el pasado. Pero esos documentos que son "fuentes" para la historia, no existen fuera del tiempo. Tienen ellos mismos una historia. Pasaron por muchas manos, se salvaron de la basura o el fuego, y en su larga peripecia se llenaron de mugre, de marcas, de agujeros. En cada papel ajado no es difícil reconocer a un sobreviviente. Por eso, en el orden racional del archivo, en la precisión con la que Ana y Julieta confeccionan carpetas y cajas con materiales neutros, se pueden ver los procedimientos de la archivística, pero también apreciar un gesto de cuidado, de amor por lo que, sabemos, desaparece tarde o temprano. El trabajo de archivo nos recuerda que, para bien y para mal, nada es igual para siempre. Y que en su intento de preservar las cosas, es el propio archivo el que se transforma.


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